
Se trata de un EP de covers, a modo de calentamiento previo a su quinto larga duración. Si alguien se preguntaba cómo sonarían Ana Gabriel o Rocío Dúrcal versionadas por Motörhead, 'Ahora' y 'La gata bajo la lluvia' ofrecen lo más parecido que se puede encontrar a una respuesta en este mundo sin Lemmy. Primero, nada sorpresivo: ya han reimaginado a otros monstruos del pop ultra masivo como Abba o Neil Sedaka. Segundo, muy coherente: pese a la parada rockera de línea dura, la voz de macho de Rod Presley, los tatuajes y las chaquetas de cuero, la banda siempre ha tenido una veta profundamente emocional. Por mucho que cambien líneas como "invítame un café y hazme el amor" por "invítame una pilsen por favor", son sentimentales como ese típico amigo rudo que se pone cursi cuando toma mucho.
El debut de Devil Presley en 1999, "Hellrock"-que partía declarando interés en lo retro con un fragmento de "The Return of Ringo" de Ennio Morricone-, estaba lleno de lamentos en un inglés a ratos medio chamullado. Básicamente lo mismo que pasa en las elecciones anglo de "San Excedido", salvo que ahora la banda afina su típica fórmula de una sola pieza recurriendo a letras perfectas de autores altamente emotivos como Paul Anka ('Diana') o Bruce Springsteen ('Soul Driver'). Incluso insisten en decisiones como acudir al cantautor estadounidense Dwight Yoakam, a cuyo repertorio ya echaron mano en "Round 3" (2008) cuando hicieron 'Ain't That Lonely Yet', una experiencia en el country que emulan tocando 'Sorry You Asked'. Todo en este EP se ajusta al estilo de un grupo que hace tiempo resolvió sus dilemas estéticos. No es más que un entremés, pero está sabroso y contundente.
Por Andrés Panes.
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