Paciente, con una mirada profunda y amable, Elena Varela pareciera no delatar la rabia y la frustración que le provocaran los montajes y las falsas acusaciones levantadas en su contra. Su rostro alegre, pareciera querer desviar la amargura alimentada por los tres meses que pasó presa en la cárcel de alta seguridad de Rancagua, y la incautación de más de 300 cintas de video que contenían valiosa información con registros y entrevistas a líderes de la causa mapuche
De visita en Antofagasta para presentar su documental Newen Mapuche (Fuerza de la Gente de la Tierra) en la cuarta versión del Festival Internacional de Cine de Antofagasta 2010, pudimos conversar un momento con ella para preguntarle no precisamente sobre su juicio, una carga sobre su espalda que tomará mucho tiempo en alivianarse, sino sobre su percepción del norte y las luchas de sus pueblos y la importancia del cine documental como herramienta de difusión y liberación, entre otras cosas…
Elena, ¿Cómo te sientes acá en Antofagasta a pocas horas de la exhibición de tu documental?
- Bien, feliz encuentro que ha sido un festival que ha contemplado varias aristas. Ees un buen espacio para mostrar la película porque como sabemos, Chile es un país muy largo, y a Antofagasta quizás se va acortando la información cada vez, pero también es importante porque tenemos pueblos indígenas que han vivido la misma realidad que ha sufrido el pueblo mapuche y considero que quizás sea representativo mostrarlo y sea una oportunidad para la gente.
¿Cual es la referencia que tú tienes respecto a las luchas de los pueblos originarios acá en el norte?
- La lucha de las aguas, las luchas por el territorio. Son casi las mismas luchas que se están llevando a cabo en todo el mundo y América Latina principalmente. Es una lucha común bajo una mirada que cada vez se va desarrollando y se va fortaleciendo, y que en el fondo es una mirada política contra un sistema.
¿Y cuáles son las diferencias en estas luchas?
- Donde ha golpeado quizás más fuerte la represión sí es en el sur, quizás por todo lo que significa su organización y además porque históricamente ha sido mucho más representativo el pueblo mapuche, pero creo que las luchas son las mismas.
Más allá del involucramiento que tú has tenido a través del documental, ¿cuál es tu relación con el pueblo mapuche?
- Mi relación es bien estrecha porque he trabajado dentro de las comunidades, con las personas que han sufrido distintas violaciones a los Derechos Humanos y porque he trabajado con quienes han sido parte de la historia de este movimiento y a la vez porque he vivido la misma realidad que ellos al momento en que me he convertido en una víctima de una persecución política.
¿Cómo te has sentido en durante este tiempo, posterior a tu absolución del montaje levantado en torno a tu persona?
- Luego de todo me siento bien, porque ha sido parte de mi lucha para poder registrar con mi cámara los procesos políticos y sociales de los sectores más oprimidos, que en este caso fue el pueblo mapuche, como así también de la criminalización que están viviendo actualmente los movimientos sociales y la represión que está llegando a la juventud. Siento que si de algo ha servido lo que he hecho, es para hacer oir las luchas que no han sido escuchadas, que son muy silenciadas, y que a través de este documental he logrado situarlas de nuevo en la historia.
Hay quienes afirman que el documental es un arte insurrecto, ¿estarías de acuerdo con esa afirmación?
- Totalmente, porque los documentalistas somos como un arte de reacción siempre, de búsqueda un poco de la sociabilización de los procesos, y en este sentido, si estamos hablando de un conflicto, vamos a ser parte de ese conflicto, si somos personas que trabajamos con gente oprimida, vamos a ser oprimidos, somos parte de esa historia porque un documentalista no se puede abstraer de la realidad.
Escucha la entrevista este domingo a las 20:00 horas en “Alternativa Rdial”, Radio Nuevo Mundo 104.7 FM
VIDEO: http://www.youtube.com/watch?v=0vf2BJO5tgg
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