domingo, 3 de abril de 2011

DANCING BACKWARD IN HIGH HEELS


¿Cómo seguir concitando la atención del público si tienes una carrera que ya bordea las cuatro décadas? Si a esto le agregamos una discografía más bien mezquina, conseguir la respuesta puede acarrear cierta dificultad. Dicho escenario ahuyentaría a cualquiera, pero también está clarísimo que en momentos como este son cuando los avezados demuestran su verdadera valía, sacando a relucir los pergaminos que los hacen merecedores de una porción del podio a la inmortalidad. Y en el rock, casos como estos, afortunadamente, siguen apareciendo. Los New York Dolls, a pesar de las contradicciones que puedan surgir escuchando su obra, son una prueba viviente de ello.

Con un prontuario más abundante y generoso que en su época dorada, los norteamericanos regresan con “Dancing Backward In High Heels”, la tercera placa que graban desde su regreso en 2004, y las reacciones pueden ser diversas como contrapuestas, pues se nota demasiado la preponderancia de David Johansen en las canciones, su impronta solista se puede sentir en muchos cortes. La partida inicial están a cargo de las amables ‘Fool For You’ y ‘Streetcake’, canciones que poseen marcadas reminiscencias sesenteras y que pueden confundir a los deudos que sólo buscan la cara opuesta, esa que hizo de los Dolls un combo absolutamente influyente.

Como si nos estuvieran escuchando, la arrogante ‘I’m So Fabulous’ nos trae de vuelta a los New York Dolls rocanroleros, de acordes simples y despojados de toda pretensión estilística. Lo mismo puede entreverse en ‘Round & Round She Goes’. Ahí termina todo acercamiento al filo primigenio. Puede ser considerado una decepción por los más recalcitrantes seguidores, pero ignorar la totalidad de los doce tracks y percatarse de que el abanico sónico está cada vez más ampliado en el mundo de los neoyorquinos, es una piedra muy fácil de tropezar.

El entregar la sentida ‘You Don’t Have To Cry’, tres minutos de un folk que puede calar los huesos, nos confirma que la voz de Johansen transita con la comodidad del que puede poner sus pies en diversos terrenos, que puede pasear de un rincón tan tranquilo en ‘Baby Tell Me What I’m On’, y de ahí ponerse un traje de fiesta en ‘Funky But Chic’ y ‘Talk To Me Baby’. Sin duda, un aliciente que habla de una agrupación más preocupada de seguir expandiendo sus límites antes que permanecer en el entramado bienestar de la fórmula siempre efectiva, pero desprovista de mayores riesgos y satisfacciones a nivel artístico.

El quinto disco de New York Dolls nos habla de un conglomerado que está interesada en probar sus posibilidades de crecimiento y búsqueda. Quedarse en los laureles nunca ha sido leit moiv de ellos, por algo pueden amalgamar cuatro décadas de vivencias en un disco, arrastrando todas las armas melódicas y líricas que han ido aprendiendo entre medio. Tener la capacidad para hacer todo eso sólo debería arrancar elogios, por mucho que algunos sigan pidiendo la vieja receta.



Si quieres descargar su disco, haz click aquí:
http://www.fileserve.com/file/8EzEj7n/NeYorDol.rar

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