domingo, 1 de mayo de 2011
LOLLIPOP
En la actualidad pocas bandas cuentan con una carrera tan extensa y un catálogo tan abultado como Meat Puppets. Aunque son principalmente recordados por su aparición en aquel famoso Unplugged de 1994 y su posterior hit 'Backwater', los Puppets han influenciado a un gran número de bandas consagradas y se mantienen activos a pesar de un par de separaciones y los estereotípicos problemas de drogas de su bajista. El recién lanzado "Lollipop" es el decimotercer LP del trío comandado por Curt y Cris Kirkwood, y el tercero desde su más reciente reunión en 2006.
Estilísticamente, el álbum mantiene la espontaneidad y frescura que ha definido la música del grupo, pero con una madurez y sofisticación que un tiempo atrás habrían parecido impensables. Además, la vuelta del baterista Shandon Sahm (el mismo que registrara "Golden Lies") contribuye a recrear esa familiaridad que a ratos sorprende pero que en todo momento suena a Meat Puppets. Es éste el caso de 'Incomplete', track que abre el álbum de manera grandiosa, con sintetizadores que luego dan paso a las icónicas melodías y armonías de los hermanos de Arizona, cuyas voces juguetean sobre una cautivante progresión de acordes. Un piano suficientemente engañoso da la partida a la upbeat 'Orange', canción dirigida por la pesada línea de bajo de Cris Kirkwood y que acaba por fundirse con el reggae-ska melódico de 'Shave it'.
En contraste, 'Baby Don't' incorpora las facetas folk-rock de letra y tono optimista en que el grupo ha incursionado en innumerables ocasiones, mientras que 'Hour of the Idiot' trae a la memoria la oscuridad de la primera mitad de los 90's, cuando el rock alternativo era la tendencia dominante y las guitarras distorsionadas se escuchaban por doquier. 'Lantern' cita los elementos tradicionales del country y southern rock de la banda, en una suave tonada enriquecida por las sutilezas de la guitarra acústica de Curt, quien sin necesidad de alardear entrega dosis justas de melodía y sensibilidad. La balada con ritmo de vals de 'Town' es un excelente esfuerzo por separarse del resto del disco; su sencillez y belleza la hacen brillar con luces propias en un coro imposible de ignorar. Sin duda uno de los puntos más altos de "Lollipop".
El primer single del disco, 'Damn Thing', recuerda al Meat Puppets más suave de los noventa, en un estilo muy a la 'Chemical Garden' del ignorado "No Joke!" de 1995, con la misma parsimonia soft punk que después de tantos años sigue funcionando. Con una lírica que se mueve entre romanticismo y psicodélica, 'Amazing' muestra una faceta intimista que se expresa en la simpleza de los elementos acústicos. Por su parte, el riff de 'Way that it Are' tiene toques de la primera década del trío, con un riff que podría pertenecer a aquel lejano debut de 1981, pero que con la calma traída por los años se transforma en un midtempo que encaja a la perfección en la placa.
Al finalizar la función encontramos 'Vile', la pieza más oscura del disco, con guitarras en armonía que desembocan en un punk directo y veloz pero que no logra salir de los recursos que ya conocemos de la banda. Por último, 'The Spider and the Spaceship' pone el punto final con el toque sureño antes mencionado, una canción optimista, de aires campesinos y un bajo que emula celebraciones y bronces circenses.
Aunque hayan transcurrido más de treinta años desde el nacimiento del grupo, y en sus trece álbumes de estudio quizás hayan mostrado todos sus recursos, la fórmula patentada por los hermanos Kirkwood no envejece y "Lollipop" es prueba fehaciente de ello. Mientras es cierto que cuesta encontrar algo que no hayamos visto, también cabe recalcar que a esta altura el afán de la banda no es lanzar un disco que reinvente su carrera ni que los ponga en el primer plano del rock mundial. Su propuesta es más sencilla, y como el mismo Curt Kirkwood ha afirmado, siguen juntos porque aún lo pasan bien tocando y haciendo música. La frescura y espontaneidad son elementos que desbordan en sus composiciones, y mientras esa magia se siga produciendo no hay ningún motivo de peso para detenerse. No hay nada en "Lollipop" que suene forzado y tras tres décadas de carrera, ése es un mérito que no muchos podrían ostentar.
Si quieres descargar su disco, haz click aquí:
http://www.fileserve.com/file/qx2Dq8t
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