“Un proletario intentaba romper un adoquín, para ser ocupado como material para el ataque a la policía. Al ver esto, un encapuchado le dice: “puta es imposible romper esa hueá. Yo trate caleta y no pude, es imposible”. Al ver y escuchar esta escena, otro proletario se acerca y les dice: “nada es imposible compañeros”. Toma el peñasco y lo lanza contra el borde de la vereda, partiéndolo en dos. “Ven, nada es imposible”, sentencia.”
*Sobre un suceso durante los disturbios contra la policía y la propiedad privada, durante la marcha de ayer 30 de junio en Santiago.
- Llevamos en nuestras mochilas, con las que asistimos a las malditas salas de clases o al enfermizo trabajo machacante, una larga división histórica. Ya no solo entre buenos o malos, ricos o pobres; es una separación rotunda entre nosotros-as mismos-as. Hemos de cargar diariamente con esta tajante imposibilidad de reconocernos en el-la otro-a.
- El capitalismo espectacular ha logrado fortalecer e intensificar este procedimiento social. Ha logrado viciar las relaciones interpersonales, entregando para esto, entre otras cosas, una serie de mecanismos de distracción y control.
- El capitalismo espectacular ha vaciado de sentido las relaciones entre nosotras y nosotros.
- La educación que necesita este mundo para seguir funcionando perpetuamente, condición primaria de la visión del espectáculo sobre si mismo, es la que se busca impartir y perfeccionar en la sociedad. El capitalismo requiere de su realización cotidianamente, para ello cuenta con la transformación que impone en las salas de clases.
- La educación cae desde el cielo de este averno para volverse cíclica y omitir, cada vez que vuelve a su punto de partida, la critica sobre si misma. Dejando un velo sobre las mentes. La enseñanza entonces logra condicionar las cabezas para vivir la mentira a la que nos acostumbran.
- El problema no consiste en que algunos lucren con el sistema educativo. El problema es la educación que aceptamos.
- Se quiere ocultar que solo funcionamos como números. Números que harán crecer los números de la clase dominante.
- Somos los sirvientes asalariados de esta sociedad.
- No lo olviden. Nos pueden llenar de publicidad de mierda que nos haga creer que seremos la fuerza intelectual y laboral de una sociedad que camina a ser perfecta, demócrata, pluralista, pero no se dejen engañar, pues nuestra inserción en este mundo ya esta codificada para que cumplamos un rol preciso y funcionemos como tal.
- Cuando salgamos de los colegios o las universidades, con los sueños de haber recibido una educación de calidad que haya antepuesto las necesidades del hombre libre y racional por sobre las necesidades de la frialdad del mercado, entraremos al mundo, concreto y brutal, de la servidumbre. Hoy, el estudiante, y en mayor medida el estudiante universitario, es parte de esta servidumbre miserable.
- Es una maldita realidad.
- Solo entendiendo cuan miserable existencia llevamos adelante es posible explicar el porque ayer universitarios-as (durante la marcha, en el sector de Republica con Alameda) decidieron proteger un banco ante los ataques de proletarios-as. Las razones que esgrimieron ante la arremetida contra la propiedad privada fueron el fiel reflejo de las políticas que la socialdemocracia (o sea, partidos socialistas, movimientos ciudadanos, partido, mal llamado, comunista, etc.) se ha empeñado en enseñar a todo el proletariado a lo largo de su existencia.
- “Esto no es contra los bancos”. “Luchamos por la educación”. “¿En que ayuda esto al movimiento estudiantil?”
- Tenemos malas noticias para ellos-as: “esto” es contra toda esta estructura (psicológica, social y arquitectónica) de la sociedad. Es una lucha, ocultada y deformada por la clase dirigente, que se viene desarrollando desde hace siglos y que encuentra grietas constantemente por donde aflorar. Se llama LUCHA DE CLASES. Si, exacto, LUCHA DE CLASES. A quien le moleste esta frase o quien le tema, que corra a esconderse en su maldita madriguera, porque el fantasma de la comunidad humana recorre los confines de la sociedad burguesa, alimentándose de las experiencias de negación de esta sociedad que se expanden por todas partes.
- La lucha callejera contra la propiedad privada y contra la bastarda policía no es la única expresión de rebeldía, ni de negación practica contra este mundo. Existen variadas formas y métodos. Pero pareciera que lo que más rehúyen todos es sobre la discusión, teorización y practica de la violencia proletaria.
- No negamos que muchas veces hasta ésta expresión de lucha podría ser llamada como espectacular o pirotécnica, inculcada por el Poder para alinear los ensambles que suelen desajustarse de su maquinaria y mostrar que existe disidencia en este viejo mundo. Si, lo entendemos. Pero también entendemos muy bien, y se clarifica todo cuando al calor de los disturbios los-as proletarios-as afirman quien es el enemigo.
- Los “sopaipas”, así llamados despectivamente por los estúpidos universitarios, decían “cabros, contra la policía”. “Vamos cabros, no nos van a quitar esta esquina”. “Vamos a los bancos”. Solo en la lucha es posible develar lo que nos ocultan los burgueses. Si ellos eran capaces de identificar contra que estaban, de paso negando prácticamente los sustentos de esta vieja sociedad, entonces afirmamos que la conciencia de clase, por mucha educación política que se tenga y adentrándose en mamotretos añejos que nos enseñan que pensar, renace naturalmente en los momentos que ella busca para su concreción. La conciencia de clase del proletariado aflora en los conflictos.
- Del mismo modo, cuando personas, como suele llamarse, “comunes y corrientes” asumen un papel activo en estas luchas callejeras, como vimos ayer que paso en innumerables ocasiones, entonces se reafirma lo anterior. La conciencia de clase muchas veces actúa a través de la intuición, no coartemos esa posibilidad.
- Los desafíos son inmensos cuando pensamos en la transformación radical de esta sociedad. Los obstáculos se nos presentan como imposibles, impensados, ilusos, soñadores. Pero eso no es real. No puede ser real. Serian ciertos solo si fueran un rumor. O si no viviéramos en una representación ficticia de la vida. Pero como no es así:
- Hermanas y Hermanos de clase: tenemos todo por delante.
- Hermanas y Hermanos de clase: necesitamos clarificarnos la conciencia, llevando adelante experiencias nuevas y que permitan avanzar en la lucha contra el Estado/Capital.
- Hermanas y Hermanos de clase: entendamos que el problema de la educación no se va a resolver con más dinero del estado, con la renacionalización del cobre, ni con la eliminación de la PSU. Pues aunque el gobierno de turno acepte las exigencias y claudique en pos del petitorio que se formule, nuestra condición será siempre la misma: esclavos asalariados de una sociedad que piensa solo en números. Toda la educación esa condicionada para que seamos una mercancía dentro de un mundo mercantil.
- Hermanas y Hermanos de clase: necesitamos englobar esta parcelada lucha estudiantil en una confrontación total contra esta sociedad burguesa. Buscar en las grietas que se abren, producto de la contradicción propia del capitalismo y por la acción misma de nosotros -proletarios-as-, los pasajes necesarios para llevar adelante una teoría/practica que impulse hacia la superación de esta maldita realidad.
- Hermanas y Hermanos de clase: desde el inframundo se escuchan los llamados del nuevo mundo por destruir las cadenas que lo atan. De nosotros-as depende su realización.
- Hermanas y Hermanos de clase: somos Proletarios-as, no rebaño.
Comité de la Imaginación - Inicio de invierno 2011-
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LA TERCERA: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Ug9WvvqIw5E
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