domingo, 12 de febrero de 2012

DARK ADRENALINE


Pasado ya un tiempo luego del decepcionante “Shadow Life”, los italianos de Lacuna Coil buscan regresar al éxito con una producción más digna y mesurada. ¿Qué puedo decir? En ese aspecto no fallan por ningún motivo, creando un disco que se aleja del sonido típicamente melódico del metal de su patria, para entregarse -esta vez con más acierto- a la influencia moderna que se está desarrollando con fuerza en Norteamérica. Cierto es que esto se condice con el éxito generado por la agrupación en esa zona del planeta, así como también la dirección tomada actualmente, que les ha valido invitaciones a festivales insignes tales como el Ozzfest. Sin embargo, y hablando en términos estrictamente musicales (olvidándonos de la repercusión comercial que todo eso tenga), “Dark Adrenaline” es sólo la confirmación de una tendencia ya enunciada seis años atrás con “Karmacode”.

La banda, consciente del garrafal error que reportó su última placa, no sólo buscó anunciar mediante entrevistas cómo sería su nuevo LP, sino que también se ha encargado de presentarlo con bombos y platillos en diferentes formatos desde finales de Diciembre pasado. Ojo, que no me estoy refiriendo sólo al adelantado vídeo de ‘Trip the Darness’, ni tampoco al single ‘Kill the Light’, sino también al stremming completo del mismísimo álbum (apenas opacado por el de Lamb Of God), así como también a una serie de seis teaser actuados en su mayoría por la misma agrupación. La calidad de estos era variada, y en mi opinión, se enmarcan bien dentro de las producciones multimediales que están llamando la atención del mundo metalero (piénsese en el cómic de Arch Enemy y Within Temptation, o las mismas mini-películas de estos).

Ya establecido el background del disco, no me parece mal sumergirnos de lleno en sus canciones. ¿Mencioné que hay cierta americanización de su sonido? Pues las intenciones de hacerlo son bastante patentes si consideramos, además, que el álbum fue realizado junto con el productor Don Gilmore (Linkin Park, Bullet For My Valentine). No espero entonces rostros de sorpresa al afirmar que el estilo de Lacuna Coil, antes más gótico y oscuro, cambió en gran medida por un ambiente de rock pesado, sumamente saturado y, en varios casos, bastante electrónico; el inicio del single ‘Trip de Darkness’ grafica bastante bien a lo que me refiero, introduciendo luego una guitarra densa, a medio camino hacia el nu del noventa, con estructuras bastante simples y con mucha distorsión. La voz de Scabbia, apenas reducida a los coros, acompaña los versos de Andrea Ferro con bastante efectividad. El resultado es un buen single, bastante ganchero.

Respecto a la estructura simple mencionada antes, ésta, así como el modelo de riff, permanece en gran parte del disco. De hecho, la noción de los temas directos en vez de los ambientes distendidos es bastante clara, comprobable en la duración de los tracks -casi todos rozando apenas los cuatro minutos- como si su intención fuera ser más fácil de asir por el oído. En ese sentido, por su pretensión y forma, no puedo dejar de presentar 'Against You', que atrae rápidamente la atención con un inicio más veloz y un coro bastante marcado. Es un buen tema... ¿lo malo? …está totalmente desposeído de complejidad y, pese a ser un corte efectivo, no veo razón por la cual haya que levantarlo por sobre otras canciones con estructura similar tales como 'I Don't Believe In Tomorrow'.

Más interesante me parece 'Kill The Light'. Presentada antes como el primer tema de este disco, resulta ser una de las fusiones más logradas entre el antiguo LC y el nuevo; entiéndase un toque moderno, pero también un ambiente más sombrío en la voz de Scabbia. Los juegos de Mozzatti en la batería están bastante bien introducidos, así como los cambios de ritmo entre versos y coro. Andrea Ferro también hace lo suyo, y adorna aun más la canción en uno de los puentes dirigidos hacia el final del track. Las letras, bastante centradas en la experiencia personal, son predominantes en esta canción y son un ejemplo de lo que sucede en el resto del álbum. 'Give Me Something More' también posee esta característica, pero regresa a la estructura básica con un coro que presenta uno de los juegos vocales más emotivos de la placa. Un buen arreglo es el final de la canción, la cual se desvanece con un agradable punteo de guitarra.

'Upsidedown' es otro tema bastante curioso: poseedor de una fuerte introducción a manos de los guitarristas Christiano Minglore y Yonathan Saura, agarra pronto un ritmo más melódico en el verso mediante interesantes punteos. La fuerza real del tema está -en realidad- en el registro vocal de Christina Scabbia, el cual parece haberse ampliado para alcanzar tonos más “ácidos”. Otro track bueno, pero si nos ponemos estrictos, notaremos inmediatamente una repetición excesiva de su base rítmica. Quizás es preferible destacar 'Intoxicated', que tiene los mismos tonos interesantes por parte de la vocalista, pero agrega un inicio más psicodélico y adornos muy bien sintetizados en gran parte del verso. Es un temazo donde, por primera vez, el bajo de Zelati suena con fuerza (lamentablemente, mucho de su protagonismo se perdió en la mezcla).

Por su parte, quizás el tema más destacado sea la hermosísima ‘End Of Time’. Si bien, el modelo utilizado para ella es bastante genérico si se trata de baladas, el tono general de este mid-time rememora al Lacuna Coil antiguo que se iba echando de menos al comienzo del disco. Sin embargo, este último no aparece sino hasta el final del álbum con 'My Spirit', una canción que perfectamente podría estar entre “Comalies” o “Unleashed Memories”; esta canción tienen una nostalgia inherente y un coro memorable, y -contrario al resto del disco- está compuesta mediante múltiples arreglos, varias capas vocales, pequeños solos a la mitad del tema o tonos de bajos más oscuros. Canciones como esta permiten salvar al disco de una lógica monotonía estructural, además de lograr otro acierto práctico: dar espacio a fans antiguos y nuevos.

Finalmente, no está demás apuntar otras dos curiosidades de la placa. La primera es 'Fire', la canción más corta del disco (menos de tres minutos), cuyo ánimo se opone completamente al resto del álbum. Si en la mayor parte de la placa, las letras apuntaban a fuertes vivencias emocionales y existenciales, esta pieza se dirige a un ánimo más reactivo, centrado en el ímpetu y la liberación de tanta carga apabullante. Es un tema repetitivo, pero corto y bien logrado. En segundo lugar tenemos un cover a 'Losing My Religion', tema emblemático de R.E.M, cuya recepción general entre los fans de LC ha sido bastante buena... es cierto, los italianos realmente “hacen suyo” este clásico al cambiar el ritmo original e intensificarlo mediante la guitarra. Es un logro. No obstante, el tratamiento subjetivo aceptado por un cover también me permite agregar que saturar tanto el sonido del track tiene, como consecuencia irremediable, la pérdida de su esencia característica.

Ya revisados los temas, es el minuto idóneo para sacar cuentas. En términos prácticos, “Dark Adrenaline”, así como sus extensiones en vídeos y teaser, resulta una producción de alto nivel que supera abiertamente a “Shadow Life”, tanto en términos compositivos, como en cuestiones de producción. Se trata de un disco a la vena, de sonido moderno y que no aburre en ningún momento. Pero, a pesar de esto, debemos notar que este es un álbum cuya fórmula apunta inmediatamente a la segura, es decir, un trabajo compuesto por canciones directas, sin mucha complejidad, efectistas y a veces hasta repetitivas ¡Cuesta creer que pueda ser registrado en los rankings como lo mejor del año!

Vale también decir que la banda con esto ha cristalizado mucho un nuevo sonido, y pese a cierto conformismo, es una sedimentación clara del camino al cual pretenden dirigirse ahora. Es obvio que la experimentación se ha reducido si pensamos que en sus inicios se movieron entre el gótico, el metal y arreglos ligeramente más electrónicos, pero en ningún motivo se puede negar una evolución. Veremos si la firmeza de este último LP da la seguridad a Scabbia y compañía para lanzarse en un futuro próximo a algo diferente, o si en realidad sólo es la expresión máxima de su estilo. Lacuna Coil es una banda con quince años de experiencia, no debe ser mirada en menos, ni juzgada a la rápida. ¡Veremos en Abril como funcionan estos temas en vivo, así que atentos al Sonic Metal Fest!



Si quieres bajar su disco, haz click aquí:
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