EVERYTHING IS CHANGING

Anneke van Giersbergen edita su nuevo álbum de estudio titulado “Everything is Changing”, dejando de lado la etiqueta de Agua de Annique. Aunque se aleja de ello en la forma, firmando por primera vez con su propio nombre después de tres discos de estudio y uno en vivo, se mantiene cercana en el fondo. Aquí las melodías siempre están en primer plano, por sobre una base bien pop, con guiños electrónicos y algunos momentos donde se deja la melosidad de la balada y se propone un escenario más juguetón y pegajoso.

“Everything is Changing” es un buen álbum. Privilegia lo netamente comercial (que no por ello es malo, claro está) y la melodía por sobre los elementos más oscuros. La voz de Anneke es el catalizador de todos estos componentes; todo pasa por ahí y finalmente se reduce a la belleza de la interpretación de la holandesa.

Aunque ya con los primeros segundos del disco va quedando claro el perfil de la placa: ‘Feel Alive’ comienza un tanto melosa, pero es un pop sumamente bien hecho y memorable. Mientras, ‘You Want To Be Free’ se mantiene en la vereda del pop más ganchero y pegajoso. En esta línea suena, también, ‘Take Me Home’, un tema más movedizo con gran performance vocal de Anneke y ‘My Boy’ que conserva el toque más recordable. En estas canciones hay un excelente material y sobre todo estribillos que fácilmente se quedan en tu memoria.

‘Everything Is Changing’ se muestra en plan balada, más calma y delicada, demostrando esa otra vertiente en la música de Anneke que bien sabe explotar. Aunque se extraña algún cambio o algo que nos saque de la melosidad, la voz de la ex The Gathering termina por hacernos olvidar aquello. Algo similar ocurre en ‘Circles’, una balada donde sólo es apoyada por un sutil piano; se hace un poco larga, pero es una buena prueba de la intención vocal de Anneke.

También hay un segmento con canciones que alcanzan un matiz más rockero. Aquí Anneke no desentona para nada: ‘Stay’ debe tener el inicio más pesado de todo el álbum junto a ‘Too Late’, dos cortes que aportan variedad a una placa que a ratos se torna pareja, pero que con irrupciones como ésta logra zafar de cualquier asomo de monotonía. En ‘Slow Me Down’ sentimos algo más de violencia y una mayor explosión vocal de Anneke, siempre con aquellos estribillos memorables y pegajosos… buen corte.

Si hablábamos de guiños electrónicos, ‘I Wake Up’ los tiene a lo largo de toda la canción. ‘Hope, Pray, Dance, Play’ conserva algo de ello, pero también aporta con algo de oscuridad, una sonoridad no muy recurrente en la placa y que se retoma en parte con ‘1000 Miles Away From You’, corte que cierra la producción en gran forma.

El balance final es positivo. Aquí hay una clara intención comercial, con temas muy pop y estribillos recordables y gancheros. Anneke saca la tarea adelante con un puñado de excelentes canciones, todas al servicio de su voz pero evitando caer en la monotonía de una placa demasiado melosa o demasiado pegajosa. Aquí hay algo de rock, muy buen pop, tremendos estribillos, un poco de oscuridad y aunque a ratos está al filo, la placa tiene la variedad necesaria como para no perder la atención y no pretender ser sólo un gancho comercial tras otro. Bien por el ‘debut’ en solitario de Anneke van Giersbergen.


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