viernes, 25 de mayo de 2012
LA REALIDAD INSURRECCIONAL
La guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que le concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a la conservación o pérdida de lo que nos es más querido; y ello no debe ocurrir entre nosotros.
“El arte de la guerra consiste en el engaño” (Sun Tzu)
Desde hace algún tiempo buscamos la forma de contribuir a la siempre necesaria instancia de proponer y debatir acerca del rumbo que entre todos le imprimimos a nuestras actividades anarquistas, libertarias, insurreccionalistas, o autónomas o como quieran llamarles. Intentaremos incorporar el máximo de elementos posibles para tratar de exponer con claridad las evaluaciones y propuestas de quienes confluimos en este espacio, en medio de una oleada represiva que amenaza con la liquidación de fuerzas y prácticas que, ha caracterizado el accionar en la última década. Imaginamos que a esta altura se preguntan por los autores de este texto, nosotros haríamos lo mismo. Pues bien, primero que todo, decir que somos compañeros del pensamiento insurrecto e irreductible y fundamentalmente cuando este se traduce en acción. Pero también hacemos un llamado de atención acerca del tema de la identificación de quién hace qué cosas, uno de los temas base de este escrito, el que a su vez va inserto en una temática mayor, con el objetivo de apuntar a mejorar sustancialmente las condiciones en las que nos movemos por diferentes realidades.
En medio de esta búsqueda nos hemos encontrado con una serie de escritos recientes los que, a modo de evaluaciones o comunicados colectivos y/o personales, logran transmitir ideas o inquietudes que por sobre todo proponen la necesidad de recomposición y re-entendimiento que el momento proclama. Destacable son las palabras propositivas de afines que siguen resistiendo desde su individualidad y/o grupo, en medio de una noche atenta, sintiendo el vaivén de la derrota y las ganas libertarias que gritan bajo la piel, mientras ex-hombres (o policías) les buscan y fotografían; a los que se vieron y ven obligados a vivir indefinidamente bajo cielos diferentes, a todos los rebeldes encarcelados por el terrorismo estatal y a quienes pueden caminar por las calles esbozando sonrisas a punta de conspiraciones creadoras de otra realidad. Esos escritos llenan de fuerza el pensamiento libre que motiva, indicando que no somos pocos ni estamos solos. Pero asimismo, queremos marcar distancia con escritos cargados de odios despectivos hacia quienes no se sumaron o suman a sus posiciones personales, hablamos en específico de la carta que habla del CSO Sacco y Vanzetti, quien más allá de la notable y loable decisión insumisa que ha tenido quien la escribe, nos parece que cae en el lamentable común de muchos luchadores o ex luchadores: agudo incremento del ego sumado a una autocomplacencia respecto a si mismos, lo que en medio de la actual oleada represiva solo desembocan en facilitar la tarea a la policía.
Policías, fiscalías, ministros del interior, jueces, gendarmes, medios de desinformación, todos garantes de una implacable persecución contra el pensamiento anarquista y todas sus formas de expresión y ataque. A partir del incremento, tanto en cantidad, como en calidad de expresiones antagónicas sobrepasando las posiciones controladoras de la izquierda, se produjo la criminalización de una idea a modo de la opresión de los llamados totalitarismos, que tan repudiados se supone son para todos los partidos políticos de este Chile, eso sin traer al presente que son prácticas propias de la dictadura neoliberal de Pinochet que la Concertación se encargó de mantener vistiéndolas con piel de oveja durante 20 años… 20 años donde las policías continuaron asesinando insumisos, golpeando a mansalva a manifestantes, militarizando sus métodos, montando una dictadura- economía donde el derecho de elegir ya ha sido filtrado por los dueños del país y sus intereses. Es el Estado y su dinámica hegemónica de sobrevivencia y reproducción. Es por ello que luchar para conquistarlo o tomárselo está destinado al fracaso, una situación en la que los costos no los pagan los “líderes”, sino todos los desconocidos que entregamos nuestras existencias para transformar la realidad, es decir la gente de a pié como nuestros padres y nuestros hijos.
Pero, ¿Qué hacer frente a este escenario?- ¿Hacerse el desentendido y aspirar a vivir como los privilegiados?- ¿Oponerse con todo lo que tenemos a mano e intentar llevar adelante los sueños de liberación?- ¿O autoproclamar el legítimo derecho a la rebelión individual, mostrar los dientes y atacar?
Para los que leemos este texto inspirado en encontrar las formas de vivir de forma libre y fraternal entre humanos y de estos con la naturaleza, la respuesta parece simple pero, la verdad es que la práctica nos dice que no lo es. En efecto, declararse al margen del sistema o inspirado por ideas libertarias para enfrentarlo de variadas formas es algo que incluso existe en los escaparates del capitalismo o sus variantes dirigidas por el Estado (estados democráticos o populares), y corrientemente también en las filas libertarias. Esto último es un punto fundamental. Convivimos con una fauna variada, donde existen compañeros sinceros que buscan una forma de vivir de acuerdo a principios de libertad fraterna y otros seres que se suman haciendo cálculos personalistas buscando cuotas de poder.
Entre estos dos estilos de ver e integrar el ambiente libertario, se encuentra una gran cantidad de individuos que se debaten entre estas dos formas. Y cada uno de nosotros impactamos en el presente y futuro del mundo libertario que pretendemos. Se ha posicionado en la conducción del pensamiento libertario . La cultura del reconocimiento y palmotearse la espalda; para reconocerse “subversivo” sin tener acción sin jugarse el pellejo… Estamos frente al triste escenario que, hace disfrutar a nuestros enemigos, vaciar de contenido la subversión, hacerla inofensiva, transformarla en un espectáculo o en la moda de los comunicados que ensalzan el ego …Como liberar pollitos y vanagloriarse, desestimando el valor de mujeres y hombres que dejaron la senda marcada con sangre y piel, producto del enfrentamiento directo y radical con el enemigo, no olvidemos las salas de tortura, los fusilamientos y la muerte lenta del aislamiento…Producto de ser más que una moda, sino más bien la materialización de ideas de rebelión. Asumiendo el costo incalculable de la guerra social y la soledad que esta lleva en su seno. Entendemos así el planteamiento de los colegas mexicanos y la posición de ecologistas radicales de otras tierras (atacar a quiénes sustentan el sistema, a quienes incuban las ideas de dominación)… “Somos un grupo de ecologistas radicales, que ejecuta atentados contra la integridad física de personas especialistas en desarrollar, mantener y mejorar el sistema que nos reduce a la artificialización” (ITS).
También lamentamos y evidenciamos a nuestro pesar que, hay individuos que teniendo la posibilidad material de asumir su historia y pasar a la ofensiva materializando sus palabras; no quisieron tomar los conocimientos y experiencia de quienes hemos transitado la ilegalidad y hemos sido una matriz de ataque…Como bien dijo un rehén en una carta, “se les presento la posibilidad material de ser aquello que aparentan y solo obtuvimos sus escusas…Y les basta con vivir de las palabras y para las palabras”. No son más una preocupación para nosotros…No perderemos el tiempo en convencer a otros. Cada cual conoce su senda.
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