El propio Slash reconoció que aquí había existido un trabajo más colaborativo, con una activa participación de Myles, lo que hace de este álbum un trabajo notablemente más cohesionado y orgánico que el anterior, que se paseaba por diferentes estilos y con distintas voces. Aquí hay un hilo conductor y se sigue sin problemas a lo largo de los 13 cortes de la placa.
Y es que en el buen sentido de la palabra este disco no tiene sorpresas. Si se trata de un álbum de Slash podemos esperar un álbum repleto de riffs rockeros, buen rock & roll y el sonido que siempre ha caracterizado a la guitarra del ex Guns N’ Roses. Y si queremos buscar una sorpresa o algo distintivo, es la excelente performance vocal de Myles Kennedy, completamente a la altura de la situación.
Así lo escuchamos de entrada con la rockera ‘Apocalyptic love’, y que se ve confirmado con ‘One Last Thrill’, igual de potente aunque en plan más acelerado y desenfadado. Son los dos cortes que dan inicio a la placa y que abren el apetito para ir por más. Y escuchamos más en esa línea al cerrar el disco: ‘Hard & Fast’, como su nombre lo dice, es de lo más rápido del cedé. Una canción más callejera y adrenalínica, un terreno por el que Slash se mueve a la perfección y que, quizás, fue poco explotado en este álbum. Buen corte. ‘Shots fired’, también con un toque callejero, nos guiña a Guns pero por sobre todo a la Snakepit.
Por el lado más ganchero encontramos ‘Standing in the Sun’, con una onda medio bailable y un coro pegajoso. Lo mismo que ‘You’re a Lie’, el primer sencillo de la placa, que no es el mejor tema del disco pero tiene un coro que habla por sí solo. En una línea similar sigue ‘No More Heroes’, con un Myles mucho menos chillón y ‘Halo’, cuya entrada bien Guns da espacio a un corte lleno de groove y un excelente solo de guitarra. A lo largo de toda la placa Slash demuestra su virtuosismo y onda, pasándose del riff rockero a un suave arpegio, el wah wah o un solo despiadado.
¿Quieren escuchar un sonido marca registrada? Y no es que sea difícil encontrarlo, pero pongan atención al solo de ‘We Wll Roam’ y no podrán dejar de pensar en la guitarra de Slash. Todo condimentado con coros hechos para ser vitoreados en directo. ¿Más diversidad? ‘Bad Rain’, es un excelente mid tempo. Uno de los puntos altos de la placa, bien sabroso y con harta onda.
El disco también baja los decibeles a ratos. Susurrando, Myles da el pie para ‘Not for me’, la primera balada del disco y que no desentona al lado de la descarga de riffs y coros gancheros del resto de las canciones. Mientras, ‘Far and Away’, otra balada, convence con una guitarra a ratos bluseada y Kennedy tremendamente emotivo en la voz. Una bonita canción que aporta otro grano en esta colaboración Slash-Kennedy.
Mención aparte merece ‘Anastasia’, que debe ser de lo mejor del disco. Aquí Slash se da maña para explorar un poco y una suave intro da la entrada a unas seis cuerdas casi neo clásicas y un corte que se lleva todos los aplausos. Son más de 6 minutos donde no sólo el guitarrista está brillante, sino que Kennedy aporta lo suyo con una impecable performance vocal.
‘Carolina’ y su riff adictivo y el rock & roll de la excelente ‘Crazy Life’ aparecen como grandes bonus para un disco cuyo balance final es favorable. A mi juicio es un álbum que supera a su antecesor en lo global y, aunque no hay una canción que se equipare a la tremenda ‘By the Sword’, aquí se siente una placa más equilibrada y cohesionada. Si a eso le agregamos muy buenas canciones y la presencia omnipresente de Slash, es un disco que no hay que dejar de escuchar.
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