AQUÍ NADIE DEBERÍA SER POBRE

Lo habían anunciado a lo largo del primer semestre en los diversos encuentros que tuvimos con ellos, mientras estaban en el estudio: el nuevo disco de Sinergia sería un transporte a sus inicios como banda, un pasaporte a los tiempos en que salieron a la masividad. En resumidas cuentas, el grupo confiaba en que volverían a la época en que el “metal-pájaro” nació y gustó a raudales.

Tras repasar los doce tracks que componen “Aquí Nadie Debería Ser Pobre”, queda la sensación de que, justamente, el sexteto pudo unir todos sus caudales de influencia y reencantarse. No es que sus más recientes trabajos hayan sufrido un violento giro de tuerca ni mucho menos, pero escuchar canciones como ‘Blanquita’, ‘Corazón Rebelde’ y ‘Química’, nos comprueba que remiten a ese grupo que sorprendió a principios de la década pasada con ‘Mujer Robusta’ y ‘Chupatrón’.

Veamos, la receta que guarda esta placa no es muy alejada a lo que acostumbra Sinergia. En los cortes mencionados está la preponderancia de hits machacantes pero oreja, que conviven con la picardía e inocencia que la voz de Don Rorro imprime. La identidad está intacta, y eso es un norte que el conjunto nunca ha perdido y es algo a elogiar, independiente de los resultados que puedan cosechar.

Ahora, con todo esto, ¿cuál es el motivo para volver a escuchar a Sinergia?, ¿qué podría hacer la diferencia esta vez?. Pues bien, se oye una cierta conceptualización a medida que van pasando los cortes. Hay un norte que está fuertemente unido a la contingencia que atraviesa el país en este momento. Basta escuchar el azote de verdades que escupe ‘Toy Chato’ –cortesía de la tríada batería, bajo, guitarra, que acá se luce-, el primer single de la obra, o más adelante, ‘Justo Justo’, ‘El Demonio de las Deudas’ y ‘Eslabón’, para darse cuenta de la sintonía que el grupo agarró antes de ingresar a registrarlas.

El juego de los músicos de Sinergia es, como siempre, impecable. Bruno Godoy con su batería mueve todos los hilos, que conjuga de manera perfecta con el bajo de Ariel González, más los riffs siempre acertados de Pedro Pedrale, que unen fuerza por primera vez en el instrumental ‘Mensaje de Texto’. Humitas y Panoramix a cargo de teclados, percusión, y tornamesas completan un universo sonoro que es imposible de obviar.

El nuevo elepé de Sinergia parte diciendo cosas desde su nombre. “Aquí Nadie Debería Ser Pobre” documenta la rabia y la frustración, que afloran frente al más mínimo estímulo, sobre todo con una situación tan injusta en lo económico y social, que afecta a la mayor parte de la población. Todo eso hay en este disco. Cosas que sólo puede lograr la fuerte conexión con el origen y lo que son, y Sinergia es una de las pocas bandas nacionales que pueden sacarle brillo a la identidad.



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