En “Hot Cakes” The Darkness parece retomar su carrera en el mismo lugar que la habían dejado. No hay grandes novedades ni una evolución sorprendente, pero sí un cúmulo de canciones bien estructuradas, muy bien tocadas y en la misma línea rockera y vividora, propia de un grupo que en la década pasada devolvió el elemento de la ridiculez en el rock, terminando por vender más de un millón y medio de discos en todo el mundo.
Desde el primer track, titulado ‘Every Inch of you’, notamos un sonido brillante y muy actual a pesar de la estética ochentera que tiene la música. Este primer número, de todas formas, tiene que ver más con Queen que con Mötley Crue, tanto en la intensidad como en la gran interpretación de Justin Hawkins. Le sigue ‘Nothin’s Gonna Stop us’, una motoquera canción que vuelve a rememorar algunos fraseos muy a lo Freddie Mercury, barnizado por un rock callejero, sucio en su justa medida.
En ‘With a Woman’ nos adentramos en los ochenta a full, con un irresistible riff y una canción para mover el esqueleto. En tanto, en ‘Keep me Hanging on’ la banda se luce con un pop no tan brillante y con una estructura bastante acertada. Uno de los puntos altos del disco, sobre todo por las armonías vocales del estribillo. Tras ello, pasamos a ‘Living Each Day Blind’, una balada que cumple con varios clichés, pero que sale victoriosa gracias a la originalidad de su línea melódica.
Un inicio al más puro estilo de AC/DC, depurado por la cristalina voz del cantante es lo que nos ofrece ‘Everybody Have a Good Time’, otra búsqueda bastante interesante por parte de los ingleses, que se ‘pasean por el hard rock y el pop en una sola canción’. ‘She Just a Girl, Eddie’ brilla con luces propias, con su acelerado pulso, sin dejar de lado un conjunto de acordes bien pop, con un intermedio menos festivo, tal como lo dicta el manual.
Una balada muy bien lograda es ‘Forbidden Love’, que comienza con un cuerpo casi bolerístico y termina como una power ballad, con mucha garra y emotividad. El rock and roll de fiesta y desenfreno vuelve con ‘Concrete’, una canción bien pensada e interpretada, pero que parece un poco forzada y representa, quizás, uno de los puntos más bajos del álbum.
El nivel vuelve a subir con una sorprendente versión metálica y ochentera del clásico de Radiohead ‘Street Spirit (Fade Out)’, una revisión ultrarockera de la melancólica canción aparecida en el disco “The Bends”, de la banda liderada por Thom Yorke. Sin duda uno de los tracks más atractivos del disco, en el que The Darkness aborda una canción que dista de ser sencilla y la hace propia de gran manera. El álbum cierra con ‘Love is Not the Answer’, y los británicos entregan una canción bien potente, mid tempo y con una estética pop que la hace convertirse en un potencial single.
Con “Hot Cakes” The Darkness nos entrega un sólido regreso, con un rock pop sin concesiones dogmáticas, en el que el glam metal, el pop y el rock and roll se funden en un solo ente, que consigue divertir, hacer bailar y a la vez disfrutar a los amantes de las guitarras más pesadas.
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