miércoles, 22 de agosto de 2012

¿REFORMAR O DESTRUIR LA ESCUELA?


Desde una visión simplista, unilateral y delimitada, sostendríamos que el problema fundamental durante el proceso social formativo-instructivo, llamado “educación”, es la mercantilización y lucro de parte del Estado y las empresas privadas que pisotean el derecho constitucional a la gratuidad de la enseñanza y educación. Aludiríamos que el Estado margina a las grandes mayorías de niños y adolescentes sin más recursos monetarios, que los utilizados para cubrir sus necesidades “básicas”, y que les niega la oportunidad de adquirir conocimientos fundamentales para alcanzar el sueño de la “calidad de vida”. Sin duda, continuaríamos afirmando que la educación por estas tierras es elitista, clasista y discriminadora, que la igualdad de derechos es una farsa y que solo unos cuantos “afortunados” podrán ser los que puedan entrar en la salvadora universidad (aun sabiendo que cientos de miles de egresados universitarios están pateando latas o con sueldos miserables, teniendo que soportar largas jornadas de trabajo sin mayor satisfacción que la de comprarse, de vez en cuando, uno que otro aparato digital que le dirá que solo se progresa consumiendo mercancías de moda).

En fin, podríamos defender a rabiar lo arriba definido, pero no nos interesa ver sólo la superficie de la causa real del sometimiento a una vida adaptada y dispuesta por este mundo que impone como valores prácticos la avaricia, el egoísmo, la competencia brutal, la sumisión, el autoritarismo, con el fin de la acumulación monetaria. Como no somos, ni nos interesa ser, un grupo que busca hacer política, atrayendo simpatizantes, implantando ideologías seudo-radicales, teniendo discursos populistas y democráticos, pretendemos decir las cosas como son, sin arreglarlas ni maquillarlas.

El problema económico no es ni el principal ni único problema, existen otros niveles, otros aspectos, otros problemas que forman una unidad donde podemos centrar al “proceso educativo” (o como le decimos “proceso de domesticación y maquinización preparatorio para graduarse de obediente profesional”). Hablamos de la evidente imposición sistemáticamente memorística y vertical del aprendizaje, del desprecio por la creatividad humana, por la opinión individual, por la crítica, por la búsqueda de información alternativa, por la producción de conocimientos, por la auto-asimilación de información activa para la vida misma, etc. En las (j)aulas se les obliga a los alumnos a recordar datos muertos, separados, nombres, fechas, lugares, con el único y maldito fin de pasar un examen que, según todo el mundo les dice, “dirá qué futuro tendrán”. Les hablan de ciencia, de fenómenos físicos, químicos, biológicos y hasta sociales, encerrados en un aula, privados de libertad, sobre temas que no les interesan, les obligan a escuchar, a callar, mientras los dominan a nivel mental.

Contemporáneos: este es nuestro tiempo, esta es nuestra vida y se extingue a cada minuto… ¿desperdiciaremos las horas, días, meses, años que nos quedan siendo entes repetitivos, memorísticos, máquinas humanas, anima-les domesticados? ¿Seremos cómplices de este orden social donde nos desprecian y discriminan por la falta de dinero, seremos cómplices de este orden social donde nos matan y automatizan con aburrimiento educativo curri-cular?

¡Qué vivan los niñxs hermosamente inteligentes que saben que aprobar exámenes y acumular cartones no significa nada!

Si sientes que estas palabras son tuyas, que también tú necesitas cambiar esta situación actual, que es imprescindible revolucionar nuestro encuadrado destino, fuera de partidos, ideólogos, políticos o esperando la ayuda de alguien externo a nosotros mismos, escríbenos, in-tercambiemos ideas para nuestra liberación, para la acción, para la creación.

La transformación de nuestra sociedad será la construcción de una vida apasionada. ¡Cambiar la vida, cambiar el mundo simultáneamente!

Contacto: lazosmundiales@gmail.com

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