SEXUAL HARASSMENT

Qué difícil tarea para una banda es superar la partida de su cantante. Más aún cuando el grueso de tu oferta escénica radica en la exhuberancia de un maestro de ceremonias como Hank von Helvete. A esto anotemos que el reemplazo optado por el escuadrón rítmico de  Turbonegro distó mucho de lo convencional: Duke Of Nothing (alias Tony Sylvester), el ex presidente del fan club de la banda en Inglaterra, Turbojugend London.  Claramente, la cosa para los noruegos no está nada de fácil y este noveno trabajo grafica dichas dificultades.

En  cuanto al sonido que trae “Sexual Harrassment”, hay un set acorde a la historia de Turbonegro. En pocas palabras, una máquina sumamente efectiva para invocar las cualidades de dinosaurios como The Stooges, Ramones, AC/DC y New York Dolls. Lejano al célebre desmadre escrito en “Scandinavian Leather” y pese a contar con un primer single muy bien elegido (‘You Give Me Worms’), los noruegos logran zafar en su intento de sobrevivencia en esta transición, pero a duras penas y con mucha parodia a los ejercicios escritos por ellos mismos años atrás.

Hay honrosos intentos como el aguerrido punk rock de ‘I Got a Knife’ o el ejercicio glam de ‘Shake Your Shit Machine’ (Duke Of Nothing y una prueba fehaciente de la cercanía de su rasposo registro con el de Lemmy Kilmister). También, ‘Mister Sister’ funciona en el ímpetu por mantener la escala valórica de los de Oslo en buena forma pero, claramente, no es suficiente.

¿Por qué uno debería exigirle tanto a estas alturas a Turbonegro? La principal razón radica en que ellos ya han demostrado esas facultades doradas para dar vuelta panoramas adversos y graficarlos en álbumes de antología. Basta recordar cuando  lanzaron “Scandinavian Leather” (2003), esa sucia, vibrante y coreable selección de temas, silenció de una a todos los que ya creían que el grupo no podría volver al nivel de “Apocalypse Dudes” (1998). ¿Otro caso? ‘Buried Alive’, uno de los cortes aceptables en el disco, no escatima en energía pero a la hora de compararlos con incluso composiciones de “Retox” (2007), por ejemplo,  ‘Do You Do You Dig Destruction’, cae a piso y parece un mísero descarte de cualquier otro disco.

Es un hecho: entre el actual frontman y la fiesta en persona que resultaba ser Hank von Helvete hay un trecho importante de diferencia y solo los fans podrán medir si “Sexual Harrassment” hace justicia a una banda que, el 2004, apuntaba a grandes cosas. A esperar como se ajustan las piezas para el siguiente álbum.


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