viernes, 5 de octubre de 2012

A 38 AÑOS DE LA CAÍDA EN COMBATE DE MIGUEL ENRÍQUEZ

Consecuente con la consigna lanzada por el movimiento tras el golpe militar de 1973, “El MIR no se asila”, el máximo dirigente de la organización cayó en un enfrentamiento con fuerzas de la DINA, el sábado 5 de octubre de 1974.

Junto a su compañera Carmen Castillo, embarazada de un hijo común, se habían sumergido en la clandestinidad ocupando poco después del golpe la casa de calle Santa Fe 725 en la comuna de San Miguel.

Una crónica del diario La Nación, recuerda:

"La mañana del 5 de octubre no se presentaba distinta a las anteriores en la casa de Santa Fe. Pero desde antes de la una de la tarde comenzó un movimiento poco común y al sector llegaron tres vehículos. En uno de ellos llevaban a Cecilia Jarpa, enlace de Miguel Enríquez, torturada y amarrada. En los autos iban, entre otros, Moren Brito, el teniente Miguel Krassnoff, y el agente civil Osvaldo Romo. Con el tiempo, los tres quedarían registrados entre los agentes más crueles, a pesar de que los dos primeros hoy se hacen pasar por “analistas” de la DINA."

Junto a Miguel Henríquez y Carmen Castillo, en la casa estaban los dirigentes del MIR Humberto Sotomayor y José Bordaz.

No demoró mucho en iniciarse el combate, porque desde dentro de la casa el MIR resistió con armas el ataque. Pasados unos veinte minutos, esquirlas de una granada hirieron a Carmen Castillo en varias partes del cuerpo y alcanzó también al líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. La DINA se dio cuenta de que las fuerzas que llevaba no le bastaban para abatir a los ocupantes y pidió refuerzos. Cerca de las dos de la tarde aparecieron más vehículos con agentes y personal de Ejército.

Por el aire volaron algunos helicópteros. El intercambio de disparos continuaba. La refriega duró casi dos horas. Cerca de las tres de la tarde, Miguel Enríquez salió de la casa para intentar subir a un muro de la casa contigua de calle San Francisco 5959. Ese fue el momento de su muerte, alcanzado por una decena de disparos.

Carmen Castillo recuerda que algunos vecinos dicen que escucharon que éste gritó “¡paren el fuego, aquí hay una mujer herida embarazada!”. Pero en verdad, ese día Miguel Enríquez resistió solo.

Carmen quedó herida tirada en el suelo dentro de la casa. Al entrar, Moren Brito la pateó. Ella no se explica por qué la dejaron tirada y no se la llevaron. Había perdido mucha sangre.

La DINA y los refuerzos se retiraron. Romo se llevó un recuerdo que luego comenzó a mostrar a los prisioneros en los recintos clandestinos: el reloj de Miguel Enríquez. El “guatón” Romo fue uno de los que más robó a las víctimas que iban cayendo.

Un vecino del sector, Manuel Díaz, buscó una ambulancia y llevó a Carmen Castillo al Hospital Barros Luco. Desde allí la DINA la llevó al Hospital Militar, hasta donde llegó el mismo Manuel Contreras.

Carmen salió después a Gran Bretaña donde nació su hijo, Miguel Ángel, que murió a poco de nacer por secuelas de lo acontecido a su madre ese día de Octubre.

No hay comentarios: