domingo, 19 de mayo de 2013

LA VELOCIDAD DE LA LUZ

Aunque su actividad como grupo ha tenido un ritmo inalterable desde sus inicios, hace más de una década, cuesta entender que un grupo como Los Bunkers se tomaran tanto tiempo para crear canciones propias. Y aunque la satisfacción que trajo la experiencia de “Música Libre” fue muy grande, faltaba ese paso, el desafío característico que ha movido siempre a los penquistas, de un nuevo lanzamiento.

El resultado se llama “La Velocidad de la Luz”, primera colección de canciones propias desde “Barrio Estación”. Cinco años puede ser una lápida para muchos, pero la banda supo maquillar bien su comodidad, o su falta de ideas o su disposición a esperar que corriera el calendario con un trabajo que los ha encumbrado a los nombres más destacados del panorama nacional. Realidad, le pese a quien le pese.

Ya habíamos tenido un antecedente previo a la salida del álbum. El single ‘Bailando Solo’ tiene un olfato pop indiscutible, y aunque algunos arrugaron la nariz frente al cariz rítmico de la canción, es cosa de que recuerden ‘Llueve Sobre la Ciudad’ para ver que hay familiaridad. Sin embargo, al escuchar los diez cortes restantes, se aprecia que la línea no es la misma. El arranque, con ‘Desperdíciame’, guarda un lamento marcial que puede remitir a gente como Editors o Interpol. Una oscuridad que deja, al final, una pequeña luz de esperanza.

‘Sur’ son Los Bunkers de siempre. Todas las influencias primigenias del conjunto asoman aquí. Puro Oasis, Los Tres. Lo mismo para ‘La Maldición de mi País’, que sin ser directa, alude al terruño, demostrando que por mucho que ahora estén haciendo su vida en México, la preocupación sigue. A través de sus redes sociales, o sus actuaciones en vivo, se han mostrado siempre informados, sin recurrir a lo panfletario. En lo musical, ambos tracks rozan la simpleza en su ejecución, algo en lo que son expertos. Las reminiscencias británicas siguen con ‘Sábado’ que es 100% The Smiths, desde el sonido de la batería, el tranco pop del bajo hasta el tono de voz de Álvaro López en un muy buen logrado track.

La producción del disco corre por cuenta del dúo integrado por Yamil Rezc y Emmanuel Del Real, y la mano se nota al instante. El primero, conocido colaborador de Zoé, sin duda habrá sido gran influencia en ‘La Estación Final’, track que une sintetizadores y juega como un cruce entre el conjunto mexicano y melodía y letras deudoras de “Corazones”, de Los Prisioneros, una canción oscura en su concepción, pero que funcionaría de todas formas en una pista de baile.

Con el hombre de Café Tacvba, su impronta en ‘Dicen’ es evidente: al escucharla, se nota que la influencia del disco “Re” en latinoamérica sigue patente. Un hermoso track que incluso, hasta en el uso de las voces puede asemejarse al conjunto mexicano, con toques acústicos y que, de ser single, seguramente arrasaría en dicho país, ya que está hecho para todo tipo de radios, lo que se transformaría en un gran paso para Los Bunkers.

La despedida llega de la mano con ‘La Velocidad de la Luz’, una remembranza a un pasado, adornado con toques acústicos, bien de otoño, una melodía dulce y de atardecer. Así termina la más reciente entrega de Los Bunkers, una banda tan resistida como querida. A nombre de ellos, cabe mencionar que nos otorgan un disco que anuncia una búsqueda, no hay un estilo fijo, por lo que las influencias son tan palpables como disímiles. Sin duda, su mejor elepé desde “La Culpa”.


Por Jean Parraguez.


Si deseas escuchar su nuevo disco, haz click aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=VKhBzPLlYeU

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