Pese a no tener gigantografías ni publicidad radial o en periódicos, la candidatura presidencial de Marcel Claude ha logrado calar en la población más joven del país. Muestra de ello fue su reciente discurso en la Plaza Sotomayor de Valparaíso ante unas 1.500 personas, luego de que un abarrotado auditorio no diera abasto para el público que había llegado a escucharlo.
Otro aún más claro es que de todos los candidatos, es el único que puede marchar junto a los estudiantes sin que lo saquen a patadas.
“Fue algo totalmente espontáneo, motivado por los estudiantes y las redes sociales”, afirmó el candidato humanista a The Clinic, cifrando en este interés su certeza creciente en que puede ganar la elección.
“Voy a ganar. No hay ningún candidato que, como yo, llene aulas universitarias sin regalar chocman, sin acarrear, sin los buses. Aquí lo que motiva es la esperanza de un hecho político de transformar Chile y realizar cambios significativos. La gente está cansada de ser instrumentalizada para que otros accedan al poder”, consigna.
Pero así como tiene claridad en apuntar lo que son sus fortalezas, este economista de 56 años, que en 1995 renunció al PPD citando “diferencias ideológicas profundas”, también tiene un análisis concreto sobre quienes son sus rivales.
“Lo que pasó con MEO fue un primer destello de ese descontento. Pero no era muy claro en ese momento por qué la gente estaba descontenta. Lo que vino a parametrizar la molestia fue el movimiento estudiantil. Ahora, yo tengo mis diferencias: MEO y Parisi están en la estratósfera. Son como príncipes que emergen de sus respectivas posiciones, de un partido y están instalados en el establishment. Son díscolos, uno de la Concertación y otro de la derecha. La diferencia con esas candidaturas es que nosotros llevamos 20 años trabajando. Yo no salí ni del parlamento, ni de la oficina del empresario Max Marambio”, espeta.
De igual forma, no guarda mayores afectos por quienes fueron sus compañeros en la Concertación. Así, lanza duras críticas contra Camilo Escalona y Michelle Bachelet, o contra “el delincuente Golborne” y la “espuria constitución de la Dictadura”.
“Espero que los que tengan la peregrina y sucia idea de votar por Bachelet se den cuenta de lo que están haciendo“, afirmaba ante las risas de los estudiantes de administración pública de la Universidad de Chile.
“Ante qué fenómeno estamos hoy nosotros: una enorme cantidad de abstención. Y quiénes son los abtencionistas, jóvenes en su gran mayoría, estudiantes. Tienes además una sociedad politizada por movimiento estudiantil y hay cerca de siete millones de personas que no va a votar ni por la Concertación ni por la alianza. Yo no sé cómo predicen con tanta certeza que la Concertación va a retomar el poder si todos ellos no votan. Con suerte van a llegar a los cinco millones, entre los dos, si Dios es grande y los planetas se les alinean”, afirma en la entrevista concedida a The Clinic.
Otro aún más claro es que de todos los candidatos, es el único que puede marchar junto a los estudiantes sin que lo saquen a patadas.
“Fue algo totalmente espontáneo, motivado por los estudiantes y las redes sociales”, afirmó el candidato humanista a The Clinic, cifrando en este interés su certeza creciente en que puede ganar la elección.
“Voy a ganar. No hay ningún candidato que, como yo, llene aulas universitarias sin regalar chocman, sin acarrear, sin los buses. Aquí lo que motiva es la esperanza de un hecho político de transformar Chile y realizar cambios significativos. La gente está cansada de ser instrumentalizada para que otros accedan al poder”, consigna.
Pero así como tiene claridad en apuntar lo que son sus fortalezas, este economista de 56 años, que en 1995 renunció al PPD citando “diferencias ideológicas profundas”, también tiene un análisis concreto sobre quienes son sus rivales.
“Lo que pasó con MEO fue un primer destello de ese descontento. Pero no era muy claro en ese momento por qué la gente estaba descontenta. Lo que vino a parametrizar la molestia fue el movimiento estudiantil. Ahora, yo tengo mis diferencias: MEO y Parisi están en la estratósfera. Son como príncipes que emergen de sus respectivas posiciones, de un partido y están instalados en el establishment. Son díscolos, uno de la Concertación y otro de la derecha. La diferencia con esas candidaturas es que nosotros llevamos 20 años trabajando. Yo no salí ni del parlamento, ni de la oficina del empresario Max Marambio”, espeta.
De igual forma, no guarda mayores afectos por quienes fueron sus compañeros en la Concertación. Así, lanza duras críticas contra Camilo Escalona y Michelle Bachelet, o contra “el delincuente Golborne” y la “espuria constitución de la Dictadura”.
“Espero que los que tengan la peregrina y sucia idea de votar por Bachelet se den cuenta de lo que están haciendo“, afirmaba ante las risas de los estudiantes de administración pública de la Universidad de Chile.
“Ante qué fenómeno estamos hoy nosotros: una enorme cantidad de abstención. Y quiénes son los abtencionistas, jóvenes en su gran mayoría, estudiantes. Tienes además una sociedad politizada por movimiento estudiantil y hay cerca de siete millones de personas que no va a votar ni por la Concertación ni por la alianza. Yo no sé cómo predicen con tanta certeza que la Concertación va a retomar el poder si todos ellos no votan. Con suerte van a llegar a los cinco millones, entre los dos, si Dios es grande y los planetas se les alinean”, afirma en la entrevista concedida a The Clinic.
No hay comentarios:
Publicar un comentario