jueves, 6 de junio de 2013

MAURICIO REDOLÉS Y SU VIDA A LOS 60 AÑOS

El poeta y músico hoy está de cumpleaños. Celebra sesenta años con el lanzamiento de su noveno disco- el primero en estudio en 15 años- que rinde homenaje a la música mexicana. Chucheta como siempre, acá habla de su fanatismo por los programas de tv sobre infidelidades, de la diferencia entre Luli y Matta y de por qué cree que Marcel Claude será el próximo presidente de Chile.

Hoy jueves Mauricio Redolés está de cumpleaños. Cumple 60 primaveras el mismo día que nació el cura Hasbún, a quien años atrás le dedicó el poema “Kem pana”, obviamente cambiándole el nombre para evitarse atados: “Oh! Selma, se soltó el condón, justo miraba Megavisión/ Oh! Selma se soltó el condón, justo enchufaba al padre Hasbón/ Y él decía que el condón se soltaría/ Y él decía que el condón se haría trizah, trizah, trizah, trizah, trizah”. Con el religioso, además de ser geminianos, tienen en común “que es ameno igual que yo”, dice en tono irónico imitando la voz del cura.

Redolés llega a los sesenta sin ninguna cana y con una ponchera abultada. Celebrará su cumpleaños con el lanzamiento de su nuevo disco llamado “One, Two, Tres, Cuatro”, -con colaboraciones de Perrosky y Agua Turbia- y que es un homenaje a la música mexicana que empezó a escuchar a los seis años, “antes que supiera lo que es correrse la paja”, gracias a que sus nanas programaban todo el día las radios con corridos provenientes de las tierras del chile y el guacamole.

¿Qué te gusta de los corridos?
-Cuando me compré mi primer casete de Los Tigres del Norte en Valdivia, no podía creer que existiera el tema “Contrabando, robo y traición”, que parece el título de la política chilena: “salieron de San Isidro, procedentes de Tijuana, traían las llantas del carro repletas de hierba mala“. Y el sonido de la metralla…Son canciones que cuentan historias reales, verdaderas.

Ricardo Arjona es un contador de historias...
-Me encanta la del taxi. Es una bonita historia, bien narrada. El resto son vulgaridades. Yo tengo una duda: el año 97 apareció “¿Quién mató a Gaete?” y viene con el poema “True Egoistic Love” que dice “piensa que cuando me echas de menos… en realidad no me echas de menos, sino que te echas de menos a ti misma conmigo haciéndote compañía…Porque cuando yo te echo de menos, en realidad me echo de menos a mí mismo contigo a mi lado…” Y Arjona hizo una canción idéntica.

¿Te copió?
-Más importante si me copió o no, es una idea que anda circulando y que yo eché a rodar. Entonces, en ese sentido, me copió. Pienso que puede haber sido, porque mi disco circuló mucho con la SONY y entre los artistas de la Sony. Es una buena idea poética que puede haber tomado el compañero Arjona. Y yo se la presto. Pero que él me preste su canción del taxista, porque me encantaría tocarla en vivo. Yo no creo mucho en la originalidad. Una idea se me ocurrió a mí, pero también puede habérsele ocurrido a Arjona o pueden ser lugares comunes, no sé.

¿Qué otra cosa tienes en común con Arjona?
-Tiene una hija preciosa, querría ser su yerno, jajaja.

Algo provoca en las mujeres…
-La verdad es que no conozco mucho sobre su obra. Aparte de la canción del taxi, lo encuentro un buen hacedor de lugares comunes. No tiene poesía. Qué le digan poeta, me parece raro.

De hecho, lo estaban postulando en Facebook para el Nobel.
-Ojalá se lo den. Así se desprestigia más esa huevá de premio. No se lo dieron a Parra y se lo van a dar a Arjona.


BACKYARDIGANS


El tema “Mi tele eres tú” es sobre los monos Backyardigans.
-Mi hija los ve. Lo que trato de decir en esa canción es que hay una guagua mirándolos y que está hipnotizada por la tele.

Cuando niño, ¿qué monos veías tú?
-Cuando tenía once años veía Los Picapiedras. En ese tiempo- yo soy muy viejo- era un programa de actualidades, ahora es una familia de la edad de piedra. Los papás se iban en dinosaurio a trabajar. Y me encantaban- y me encantan- también el Coyote y el Correcaminos. O sea, todavía escucho el comienzo de la música de Los Picapiedras y siento el olor a fritanga, al pan, al té con leche que me preparaba mi mamá cuando nos sentábamos a ver a Los Picapiedras.

En varias entrevistas has dicho que si fueras dictador, prohibirías la televisión.
-Además haría un montón de otras cosas que si las cuento no vendería ni un disco.

¿Qué harías?
-Ahora, evidentemente, para ponerlo en buen castellano, la televisión, tal como la conocemos ahora, con la tele abierta y el cable, es muy poca la autoridad que representa para nuestras vidas. Claro, una buena película, es un aporte que te hace a tu visión del mundo. O un buen partido de fútbol o ver el humo blanco del Vaticano, eso está bien. Pero claro hay millones de cosas que son mierda… los realitys me aburren mucho. Pero uno tiene que verlos. Si te estás tomando un té, la huevá está encendida y aparecen ahí. Aquí hay un gran síndrome.

¿Cuál?
-JUUANCAAAA, ESTÁI EN LA TELE (se pone a gritar, todos se dan vuelta a mirar, se ríen). Todo el mundo quiere estar en la tele. Todo el mundo adora verse en la tele. Eso es el reality: es el verse reflejado en la tele. Sin hacer un análisis sesudo, porque no me da para eso, pero no sé en cuántos países del mundo, pero en este país estar en la televisión, salir en la pantalla para que te vean dos segundos, es una huevá que a muchos le da una suerte de alegría, connota una existencia que no existe en la vida real.

A ti mismo te trataron distinto cuando apareciste en la tele.
-Sí. Cuando salí en un programa de Pedro Carcuro, en el año 96, por el tema “¿Quién mató a Gaete?”, como yo hacía talleres en la cárcel, invitaron también a Pablo Herrera Valdebenito, un poeta que estaba preso por robar, y eso causó un gran impacto en la gente. Al día siguiente fui a la feria y todo el mundo me decía “profe, salió en la tele, “tome los tomates, se los regalo”. Hasta el del taxi no me cobró porque había salido en la tele. Imagínate cómo debe ser para un hueón como Camiroaga o Álvaro Escobar, que están pegados a las cámaras.

Pero Camiroaga murió hace mil años...
-¿Murió, se suicidó, lo mató Pasalacqua? ¿en serio? ¿no me hueís? Bueno, pero él estuvo muy presente en la tele, él amaba la gente y ahora hay calendarios de él abrazando un caballo. Es halagador que la gente te reconozca sobre todo por tu trabajo. Pero debe venir una depresión caballa cuando ya no te reconocen al paso de seis meses.

¿Ves tele?
-Sí, harta.

¿Qué ves?
-Crímenes Famosos, que me encanta. No es por darle un toque intelectual pero hay algo de la comedia humana de manera permanente en estos programas. Sean reales o falsos, en cada trama que se arma hay un pedazo de la humanidad, de la realidad, que nos toca de alguna forma. Por hacer un ranking, veo Telesur, BBC y Cheaters, un programa de parejas que se engañan y que los sigue una cámara de televisión: “ahí estás puta culiá conchetumare, te pillé”. “No, si es una amiga”. “Qué amiga si los pillé besando”. “Saca esa cámara, apaga esa cámara”. Me llegan a salir lágrimas riéndome. El mejor programa en Chile, ojalá no lo hayan cortado, es Pamela Jiles en Mentiras Verdaderas. Ella es muy lúcida. Los análisis políticos que hace no los hace nadie en Chile. Ni Teillier, ni Longueira, ni Larraín. Nadie puede hablar como ella. Es una lucidez insobornable.

¿No crees que raya la papa de repente?
-No, no. La otra vez fue un músico que hacía una opereta sobre farándula. Entonces, entra Sebastián Errázuriz, pos oye, aquí te las traigo Pedro (pone voz de cuico) y dice “bueno, no todo tiene que ser considerado arte, porque se dice que Luli es un artista. O sea, Luli es una artista, Luli es Matta”. Y Pamela Jiles le preguntó que cuál era la diferencia entre Luli y Matta. Hasta ahí llegó Errázuriz.

¿Y cuál vendría siendo la diferencia entre Luli y Matta?
-Primero: Luli tiene tetas y Matta, no. Segundo: Luli está viva y Matta, no. Tercero: Luli ha conseguido cuatro casas gracias a su trabajo y Matta no dejó nada excepto unos cuadros. La única cosa parecida es que Matta tenía cuadros y Luli tiene cuadras. Otro día alguien decía ¿qué es el arte, qué es un artista, Mauricio Redolés es un artista, Violeta Parra es un artista? Hay gente que niega que Violeta sea una artista. A lo mejor Luli es una artista mal comprendida, ¿por qué no? La diferencia entre cultura popular y la alta cultura es cada vez más difusa. Hoy día Violeta Parra es top de top. Pero cuando estuvo viva no fue así. Yo tenía 14 años cuando ella se suicidó. Nunca la vi tocar, pero me acuerdo que significaba ella para Chile en esa época. Era como decir hoy en Chile: Mauricio Redolés… En 20 años más te dirán “¿tú entrevistaste a Mauricio Redolés? ¿es verdad que era muy loco?”. Oye, si a Violeta la trataban muy mal. La gente la ninguneaba mucho.



Foto: Alejandro Olivares.

Entrevista completa en http://www.theclinic.cl/2013/06/06/mauricio-redoles-y-su-vida-a-los-60-anos-arjona-me-copio-una-cancion/

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