Una grave denuncia realizaron vecinos que habitan campamentos en Tocopilla, luego de recibir una carta por parte del gobierno, donde se les exige desalojar los campamentos donde viven desde el terremoto del año 2007, a pesar de que sus viviendas aún no se encuentran terminadas.
Esta decisión, ocasionó rechazo por parte de los damnificados que llevan más de 6 años esperando por soluciones habitacionales, quienes se encuentran en pie de guerra y decididos a resistir cualquier medida de este tipo, considerando que no poseen ningún otro lugar donde ir.
Concretamente, la misiva indica que sufrirán el corte de servicios básicos y ofrece cien mil pesos mensuales para que puedan pagar arriendo en otro sector de la ciudad, una cantidad que se hace claramente insuficiente en comparación a los costos reales de arriendo en la comuna.
Estrategia Comunicacional
Al respecto, el Alcalde de Tocopilla, Fernando San Román, indicó que esta medida obedece a una estrategia comunicacional del gobierno, para presentar al país una falsa erradicación de los campamentos en la comuna, siendo que en realidad falta aún por concluir la reconstrucción de viviendas, añadiendo que independientemente de lo que se realice desde el ejecutivo, el municipio entregará ayuda a las familias afectadas.
“Para que se eliminen los campamentos, se tienen que terminar las casas. El gobierno quiere mostrar al país que ya no hay campamentos y en Tocopilla están haciendo el trabajo, siendo que todavía hay viviendas por construir y departamentos por entregar, así que nosotros vamos a apoyar a los vecinos, si les quitan el agua se la vamos a llevar nosotros, la luz no se la pueden cortar porque la pagamos nosotros como municipalidad“, indicó la máxima autoridad comunal.
Plazos incumplidos
Cabe destacar que desde el municipio tocopillano y los propios vecinos afectados, se informa que entre el año 2007 y el año 2010 hubo un avance de un 70% en al reconstrucción de viviendas, mientras que durante la administración Piñera no se ha terminado de construir lo restante, pese a que el propio primer mandatario había fijado un plazo que venció en diciembre del 2012. Luego, fue el renunciado intendente Pablo Toloza, quien en su cuenta pública anual anunció que la reconstrucción finalizaría el primer semestre del año en curso, plazo que tampoco se cumplió.
Por lo pronto, los vecinos continúan su día a día en campamentos, con el temor de ser desalojados, viendo a sus hijos asistir a clases en contenedores de emergencia porque el principal establecimiento educacional de la comuna aún se encuentra en ruinas y con el dantesco telón de fondo de dos centrales termoeléctricas ubicadas a pocos metros de sus hogares.
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