Kaiser Chiefs ha sufrido cambios radicales en los últimos años, el principal de ellos la salida del baterista y compositor Nick Hodgson. Eso, aparte de intentos desesperados –como buscador de talentos en TV nada menos- del propio vocalista Ricky Wilson por elevar el perfil de su banda. Los que alguna vez fueron precursores del sonido indie rock-pop británico de los '00 tuvieron que convocar a un "estado de emergencia" para salvar su reputación.
Ahora con su quinto álbum de estudio ya publicado y titulado de esta repetitiva manera en referencia a un discurso de Tony Blair sobre el poder de la educación, no podríamos decir que su éxito está garantizado; sin embargo, es un hecho que “Education...” algo hace para revivir las fortunas de la banda y su recordado debut, revive por cierto algunas glorias pasadas no tan recientemente pero ¿será suficiente? Al parecer por el sonido y la energía que exhiben en el arranque de ‘The Factory Gates’ el grupo inglés se trae algo entre manos. “Education, Education, Education & War” exhibe mucho del espíritu combativo que hizo de esta banda de Leeds estrellas gracias a dos millones de álbumes despachados que a su vez convirtieron a aquella placa llamada “Employment” en el debut más vendido de 2005.
Aquí se acaba la confusión artística de “The Future is Medieval” del 2011, que fuera un experimento en la web en el que la banda dejó los fans eligiesen su propia lista de una serie de 20 canciones. Esto se plantea como un renovado sentido del enfoque de un disco que en 45 minutos-incluyendo diez canciones y un poema- hace lo suyo y declara con entusiasmo "aquí vamos nosotros contra la mentalidad de este mundo que nos tocó vivir". Aunque fallen en temas tan claves como ‘My Life’, por otro lado triunfan en canciones como el primer single ‘Coming Home’ que arranca con una línea de bajo y una atmósfera a la Cocteau Twins , pero desemboca al coro triunfal, ese que por años ha sido la especialidad de los Kaiser Chiefs.
La colaboración con el productor Ben H. Allen III (Animal Collective y Deerhunter entre otros) le provee de algún brío y sensación de aspereza a temas como ‘Misery Company’ (que describe a los parias de esta sociedad neo-liberal) mediante un sonido distorsionado y un ritmo de marcha obstinada y también a ‘Bows and Arrows’, que se siente como la hermana siamesa de la anterior como una oda al acuerdo fraternal ("We The People Created Equal...) vestido una impecable producción impulsada por la batería del nuevo integrante Vijay Mistry.
La psicología de la guerra en la que Gran Bretaña se ha enfrascado y la agenda ciudadana en contra de esta es lo que Kaiser Chiefs explora líricamente en esta pasada , y no de forma liviana ni sarcástica precisamente. No obstante, eso es apenas un pequeño avance ya que en su disco debut hablaban también de la situación de desempleo y delincuencia en Inglaterra. Es obvio apuntar que este grupo sufre de una dependencia de los himnos de estadio -cargados de connotación socio- política de izquierda- y de ahí sus esperanzas de ser la banda del pueblo: temas como ‘Meanwhile Up In Heaven’ -y su inspirada lírica y sutileza musical-, ‘Coming Home’ o la misma apertura de 'The Factory Gates' están ahí para probarlo.
Wilson no tiene nada tremendamente revelador que decir sobre el estado de cosas de la Gran Bretaña actual, pero vuelve a sonar auténticamente enojado en nombre de la gente que percibe el salario mínimo o los cesantes: ..."Contractualmente Atados a la Puerta de la Muerte" literal en el tema que abre y en sus propias palabras. Vuelvo a destacar la energía que acompaña a ‘Misery Company' y ese desprecio real que destilan en líneas como "Políticos y Niños Primero", incluidas en un intenso tema llamado ‘Cannons’, uno cuya furia pegajosa pierde algo de marcha en una incursión en territorio más "amenazador" y pesado a la Pink Floyd. Seguramente son los ecos de los cañones de la guerra más un discurso poético añadido al final. Igual esto logra el efecto, mal que mal parece ser que ‘Cannon’ es el tema principal del disco.
‘Ruffians on Parade’ tiene una fuerte influencia del post- punk y del new wave tal como los dinámicos riffs de guitarras de ‘One More Last Song’, que podrían recordar la fórmula de los escoceses Franz Ferdinand. Hay que mencionar que el álbum cierra con una bella canción que tiene un toque de Flaming Lips, la agridulce ‘Roses’, con un Wilson llevando su rango vocal al dramático límite de: "...Es oscuro, oscuro, donde las rosas crecen / Hay lugares a los que tienes que ir (y cosas que tienes que saber) antes de ver la luz".
Éste es un disco que de seguro puede dejar muy conformes a sus seguidores porque suena como algo de ese britpop que no tiene edad. Pero Kaiser Chiefs cae en lo predecible de las bandas que no se la juegan por algo nuevo que ofrecer -en un clima como el de la musical actual en que la progresión artística está siendo valorada cada vez más.
¿Los que predijeron un digno retorno estaban en lo correcto? Sí y no. El quinto álbum de los Chiefs, sin duda se beneficia de una actitud renovada que coincide con la frescura de su debut. Con sus típicos estribillos gancheros se mezclan los componentes de The Jam, Pulp, The Specials y otros en un sonido accesible, algo que nunca han olvidado de hecho. Porque más que ninguna otra cosa, “Education, Education, Education and War” suena como una banda que se reencuentra con el propósito de su existencia. En lo que bien podría ser la mitad de su carrera artística han superado una crisis y han surgido con una nueva sensación de esperanza y sobre todo de lo que les es más natural, vitalidad.
Por Alfredo Lewin.
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