martes, 16 de diciembre de 2014

BUZZCOCKS - THE WAY

Hace 38 años, las vidas de los mancunianos Pete Shelley y Howard Devoto cambiaron para siempre. Luego de viajar a Londres para ver a los Sex Pistols, decidieron organizarles un show en el Lesser Free Trade Hall de Manchester, y llevar la buena nueva a su ciudad. Muchos mitos existen, y varios han fingido través de los años que estuvieron ahí ese 4 de junio de 1976. Steve Diggle, uno de los afortunados asistentes, se uniría a los incipientes Buzzcocks como bajista, y tras la salida apresurada de Devoto, terminaría siendo el segundo guitarrista de la banda.

A muchos de los presentes les cambió también la vida después de ese día: The Smiths, Joy Division y Happy Mondays fueron algunas de las bandas que surgieron de esa semilla. En la actualidad, junto con The Fall, los Buzzcocks son uno de los dos sobrevivientes de esa era. Sin embargo, a diferencia de la prolífica institución dirigida por el inconformista Mark E. Smith, los Buzz han editado solamente nueve discos en todos estos años. Una carrera muy pausada, pero llena de canciones aceleradas.

A pesar de tener casi cuatro décadas de existencia, y editar sus discos tan separados en el tiempo, la fuerza interpretativa de los Buzz se mantiene intacta e inalterable en “The way”. Un nuevo disco que, sin pretender ser una obra para la posteridad, sorprende desde el inicio con ‘Keep on believing’, una canción que Green Day desearía poder escribir al cumplir 38 años de carrera en 2028. Siendo algo así como los Lennon y McCartney del punk pop, Shelley y Diggle han aprendido a intercalar sus composiciones. Y, aunque algunos de los cortes más memorables de la historia de la banda son fruto de la pluma de Pete, esta vez los puntos altos del disco van de la mano de Steve, quien parece homenajear a sus héroes a lo largo de toda la placa: The Stooges en el riff a la ‘Seek and destroy’ de ‘People are strange machines’; los acordes de ‘Blitzgrieg bop’ de Ramones en ‘Chasing Rainbows/Modern Times’; ‘Solid Gold Action’ de T-Rex en la intro de ‘Disappointment’.

El zumbido sucio de las guitarras se cuela por los auriculares, y es inevitable agradecer que, por primera vez en su historia, Pete y Steve decidieran producir ellos mismos el álbum, con la ayuda de Dave M. Allen (colaborador durante décadas de The Cure). Editado gracias al aporte de los fans en PledgeMusic, “The way” es, tal vez, una excelente excusa para poder ver de gira nuevamente a esta leyenda viva del punk que tantas armonías nos sigue dejando en la cabeza. Esperemos que así sea.



Por Edmundo Veloso Villalón.



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