Castelldefels es una de las ciudades que integran la infame geografía negra del amianto en España, junto con localidades como Cerdanyola o Getafe. En el caso de Castelldefels, la responsable del trágico rastro de enfermedades y defunciones causadas por las fibras de amianto tiene un nombre propio: Rocalla SA.
Durante todo este tiempo, por las instalaciones de la Rocalla -hoy URALITA- han pasado miles de trabajadores, constantemente expuestos a un material altamente cancerígeno. Como ha quedado demostrado por decenas de sentencias, incluyendo resoluciones del Tribunal Supremo, estos trabajadores desarrollaron su actividad en un entorno de reiterado incumplimiento por parte de la empresa de las más básicas medidas de prevención, seguridad y protección de la salud
La defensa de los derechos de estas personas, el reconocimiento de sus enfermedades y la obtención de las pensiones que les correspondían como víctimas del amianto ha sido un largo ya menudo tortuoso camino, construido desde la falta absoluta de referentes hasta crear una sólida jurisprudencia que establece con claridad la responsabilidad de la Rocalla y su sucesora, URALITA SA, en todas estas muertes y enfermedades.
Nuestra cooperativa ha querido homenajear la ciudad de Castelldefels y la gente de la Rocalla, a quien tantas cosas tenemos que agradecer y que tantas cosas nos ha enseñado sobre la muerte pero, sobre todo, sobre la vida con la realización de este excelente lento documental a cargo de Juan Tisminetzky que recoge el testimonio de las personas que han sido protagonistas de esta lucha que aún continúa y se alza contra la desmemoria y el olvido; contra la impunidad de quienes construyeron su fortuna sobre el desprecio por la salud de las personas.
El documental lo puedes ver aquí:
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