Los resultados del Estudio de Opinión Pública de abril de 2015 del Centro de Estudios Públicos arrojan datos algo preocupantes sobre el distanciamiento cada vez mayor entre la política y la ciudadanía. Destaca el aumento de la corrupción como preocupación para la ciudadanía y la instauración del pesimismo entre una gran parte de la población que no espera que la situación del país mejore en los próximos meses.
La opinión pública considera que el principal problema que el Gobierno debe solucionar es la delincuencia, los asaltos y los robos, es decir, la inseguridad ciudadana. Le sigue muy de cerca la salud, pues son demasiadas las familias que no pueden afrontar gastos médicos elevados, por lo que sienten verdadero miedo y terror a enfermar. Los siguientes temas que más preocupan a la ciudadanía son la educación y la corrupción, siendo destacable el aumento de la preocupación por las irregularidades políticas y de las administraciones públicas desde el pasado mes de noviembre hasta la actualidad.
La confianza de la población en los partidos políticos, el Congreso y los tribunales de Justicia es mínima, por lo que no sorprende que la mitad de los encuestados piensen que las irregularidades en los servicios públicos involucran a mucha gente, y más aún después de la proliferación de casos de boletas ideológicamente falsas, tráfico de influencias y financiaciones intencionadas.
La opinión pública no aprueba ninguna de las principales acciones impulsadas por el gobierno de Michelle Bachelet (la nota máxima que recibe es de 3,3 sobre 7) y el 72% de la ciudadanía califica como débil su forma de actuar frente a las presiones de instituciones, grupos y personas.
Además, un 67% de los encuestados cree que el ejecutivo ha actuado sin destreza ni habilidad, y el 65% opina que las reformas que ha impulsado durante su primer año de mandato han sido fruto de la improvisación, lo que mina -aún más- la confianza que la población tiene depositada en el Gobierno.
Es destacable que el 57% de la población reconoce no identificarse con ninguna posición política, y resulta curioso que desde julio de 2013 hasta la actualidad, el porcentaje que menos ha variado y que se ha mantenido prácticamente estable es el de aquellas personas que simpatizan con la derecha.
En cuanto a la situación económica actual del país, este mes se registra el mayor índice de respuestas negativas desde julio de 2013. Un 41% de la opinión pública consultada ha respondido que califica la situación económica del país como mala o muy mala. Estos datos refuerzan el pesimismo que se ha instaurado en la ciudadanía durante los últimos meses a consecuencia de la inseguridad y de la falta de confianza en las instituciones públicas.
El estudio del CEP registra también un aumento de respuestas negativas ante las perspectivas de futuro que la ciudadanía tiene para el país. Los resultados muestran un notable aumento de personas que consideran que en los próximos 12 meses la situación económica del país empeorará (un 26%), mientras que un 55% de los encuestados no espera que la situación cambie en absoluto.
Por Marta Úbeda.
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