domingo, 21 de junio de 2015

MUSE - DRONES

"Drones", el más reciente trabajo del power trío inglés Muse, es un nuevo disco conceptual, esta vez enfocado en narrar la historia de cómo su dolido protagonista decide renunciar a su identidad y formar parte de un ejército de drones. 

El primer track, 'Dead Inside', saca en sus cuatro minutos de duración el mejor partido posible de la producción de Robert John "Mutt" Lange ("Hysteria" de Def Leppard, "Back In Black" de AC/DC), con un ejército de baterías secas, golpes de teclados, bajo sintetizado y arrebatos de guitarra saturada. Todo un tributo a aquellos tiempos en que el rock progresivo comenzó a coquetear con el new wave, en discos como "Power Windows" de Rush o "ABACAB" de Genesis.

El hard rock básico, pero bien ejecutado, de 'Psycho' es el soundtrack elegido por la banda de Matthew Bellamy para hacernos testigos del duro entrenamiento del héroe, moldeado por un odioso sargento. El ya obligatorio guiño a Queen llega con la apoteósica 'Mercy', una canción sobre encontrar refugio y escape. 'Reapers', iniciada con febril tapping, emerge violentamente y desemboca en un homenaje inconfundible a 'Still of the Night' de Whitesnake. Con su riff psicopático, que se va deconstruyendo digitalmente, representa en su entrega la pérdida de humanidad. La brillante 'The Handler', marca la llegada del ápice de la placa, y recuerda mucho a sus antecesores canadienses, Rush. Al igual que ellos, logra plenamente conquistar el escurridizo equilibrio entre virtuosismo e intensa carga emocional. Un logro compartido con la pirotécnica 'Defector' y ese himno a pequeña escala llamado 'Revolt'. Sin embargo, como viviendo en carne propia la historia, el trío parece perder su alma posteriormente, en la tímida 'Aftermath' (citando en la melodía del coda a 'To Love Somebody' de Bee Gees) y en la suite 'The Globalist', cuya introducción con tintes de Morricone y Pink Floyd, así como un tercer movimiento cargado de energía, presagian un clímax que se extingue fatídicamente en una cobarde implosión. Decepcionante de igual manera, la construcción de armonías de 'Drones', aunque llamativa, es un animal mecánico sin sentido.

Hay quienes, en su desconocimiento, suelen referirse al rock progresivo en general como un género en extinción, y a los discos conceptuales como arrebatos de ego anacrónicos, acusando la supuesta falta de emoción. Muy por el contrario, representantes definitivos de esta escuela como Yes, Genesis, Rush, Pink Floyd o Emerson, Lake & Palmer han hecho sus mejores contribuciones a la humanidad plasmando con destreza y grandilocuencia problemáticas universales, e incluso de orden espiritual. Muchas veces criticados por el exceso de melodrama, Muse precisamente falla cuando sucumbe a la presión social y se conforma. Solo cuando estén listos para asumir quiénes son en realidad llegarán a compartir un lugar con sus ancestros. Así nos lo recuerda la voz de John F. Kennedy, al final de 'Defector': el hombre nació para ser libre e independiente.






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