“La dignidad de una mujer no se pierde por el hecho de ser violada (…) hay violaciones violentas y violaciones no violentas”. La frase que lanzó la parlamentaria de la UDI, Marisol Turres, mientras se debatía el proyecto que despenaliza el aborto bajo esa causal, además de la inviabilidad del feto y el riesgo de la vida de la madre, generó un fuerte revuelo en redes sociales, y elevó a la categoría de Trending Topic a la parlamentaria del gremialismo.
Minutos antes de la medianoche, Turres intentó explicar sus dichos en Twitter y esta mañana hizo lo propio en contacto con radio Bío-Bío.
“Cuando yo me refería a esta violencia, yo estaba hablando de violencia física. Esto es a raíz de las dificultades que hay muchas veces para probar una violación cuando no quedan estas huellas del ejercicio de una violencia física en contra de una persona”, afirmó.
En sus palabras, “no necesariamente una violación va a ir acompañada del ejercicio de fuerza física en contra de una persona, sea hombre o mujer la víctima de estos hechos. Eso no significa que un caso sea menos deleznable que el otro”, argumentó.
En su cuenta de Twitter, la diputada publicó un fragmento del Código Penal para darle fuerzas a sus dichos.
“Se usa la fuerza o la intimidación”; “cuando la víctima se haya privada de sentido”; y “cuando se abusa de la enajenación o trastorno mental de la víctima”.
Al respecto, mantuvo que “es distinto hablar de violencia física a hablar de violencia psicológica. A ti te pueden poner una pistola en la sien y eso es igualmente violento. Pero esa frase dice relación y se refiere exclusivamente al uso de fuerza física. En esos casos obviamente para un tribunal es mucho más fácil probar una violación que cuando se ejerce otro tipo de intimidación, o cuando se trata de alguien que no puede oponerse y al que no es necesario ejercer tanta fuerza o tanta violencia física”.
Para Turres, la causal de violación sigue siendo la más compleja del proyecto, por lo que insistió en su rechazo.
“Pensemos que al violador no le pasa nada si es formalizado, si es finalmente condenado, va a estar unos años privado de libertad y luego va a recuperar su libertad”, apuntó.
Según plantetó, “el ser más inocente es un hijo sano, que no tiene ningún problema de incompatibilidad con la vida y en el caso de una mujer que no tiene riesgo vital, estamos hablando de terminar con la vida absolutamente sano”.
“Yo creo que es tremendamente injusto porque ese hijo tiene derecho a vivir como lo tiene ese violador, como lo tiene la madre o como lo tiene cualquiera de nosotros”, concluyó.
El miércoles pasado, el proyecto se aprobó en la comisión de Salud por 8 votos a favor y 5 en contra, y ahora deberá pasar a ser revisado en la comisión de Constitución.
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