Tras una profunda depresión, una menor de dieciséis años intentó suicidarse en la comuna de Paillaco, Región de los Ríos. Este hecho sacó a la luz un escabroso caso de violencia machista y abuso patriarcal amparado en el silencio cómplice de una familia completa.
Luego de ser atendida por el personal de emergencia, la niña confesó que llevaba más de diez años siendo abusada y violada por seis familiares de la pareja de su madre, y que ante el inminente quiebre de su madre con esta pareja, y la posibilidad de dejarla a ella y a su hermana al cuidado de estos familiares, decidió por su hermana, de nueve años de edad, romper el silencio.
Sin embargo, el horror no acabaría allí. Su hermana, familiar sanguíneo de los acusados, ya había sido abusada y violada desde hace dos años por dos de estos hombres. Y ambas confesaron a su madre que además recibían amenazas de muerte y eran obligadas a ver pornografía.
Todo comenzó el año 2001, cuando la madre de la menor se emparejó con un hombre que invitaba constantemente a sus familiares a su casa. Como relató la madre de la niña al Diario Paillaco: “El padre de mi marido fue el primero en violarla –quien le decía que era una manifestación de cariño– luego, vino mi concuñado, más tarde unos primos de mi marido que viven en Valdivia y por último, un hermano del padre de mi marido”, relató.
La PDI se hizo cargo de la investigación, confirmando la autoría de los delitos, por lo que se fijó un plazo de 120 días para investigar, y dejó a los sujetos en prisión preventiva. Además, el tribunal ordenó no revelar las identidades de los imputados, para evitar que se vincule con las menores y generarles un perjuicio a éstas.
Este caso, que ha impactado a la comunidad de Paillaco, ilustra el horror y violencia de una realidad familiar a la que muchas niñas y mujeres están expuestas actualmente en Chile, donde la vulneración de sus derechos es ejercida al interior del hogar, y muchas veces el resultado de estas agresiones es el embarazo de adolecentes e infantes, quienes además se ven impedidas de realizarse un aborto de manera segura, sanitariamente adecuada y sin persecución y encarcelamiento por parte de los tribunales chilenos. Recordemos que actualmente el proyecto de aborto por tres causales se encuentra estancado en el congreso, dado que el gobierno le quitó el carácter de urgencia a su discusión.
Un alto porcentaje de abusos y violaciones contra niñas y mujeres ocurren en el espacio doméstico (perpetrados por padres, tíos, primos, abuelos, esposos, convivientes, etc.), donde conmúnmente el silencio cómplice o la negativa a aceptar la situación de vulneración, impide que las victimas puedan sacar la voz y denunciar a sus agresores. Romper los pactos y secretos familiares que encubren abusadores es hoy una necesidad apremiante.
Fuente: El Resumen.
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