Los casos de bandas como Clutch son contados con la mano. Ni el personaje más optimista dentro del círculo de estos obreros del underground americano hubiese vaticinado el éxito y cabida obtenida por “Earth Rocker”, un sensacional repertorio, generoso en lectura de estilos y, curiosamente, similar a lo ofrecido anteriormente por el comando de Neil Fallon (voz).
Nunca han fallado, por ello, no suena descabellado situar el éxito y exposición de los últimos años dentro de una merecida recompensa. “Psychic Warfare” es otro inspirado testimonio por parte de cuatro agradecidos cuarentones.
Qué mejor forma para mantenerse en tierra derecha que fortalecer esa aceptada ética expansiva: Clutch viene odiando las etiquetas desde 1993, pero también respeta sus aciertos. Muchos pueden llegar a sorprenderse, por ejemplo, con ‘Our Lady of Electric Ligth’ y esa pasada con aroma campestre propia del típico sonido americano, pero el fuerte de “Psychic Warfare” se sitúa en el reforzamiento de las señas defendidas por el grupo en esfuerzos pasados; Falllon se apega a su sabida afición por las conspiraciones y fenómenos paranormales en ‘X-Ray Vision’, single que además luce un groove descomunal, tanto como el registrado en ‘A Quick Death in Texas’.
Los coros de ‘Firebirds’ son adictivos como el tabaco y recapitulan el aura rutera inscrita en “From Beale Street to Oblivion” (2007), todo redefinido y lejos del tedio otorgado por el autoplagio. La desarrollada admiración de la banda por la ciencia ficción aún encuentra terreno fértil en el relato ‘Behold the Colossus’: esa lectura de anticipación (alimentada, principalmente, por la obra del escritor Philip K. Dick) concuerda con la ética de una formación aún hambrienta y obsesionada con la sumatoria de hitos en un corto plazo.
Clutch es un caso aislado dentro del rock actual. Más que alabar hasta el cansancio sus (personales) códigos a la hora de rendir pleitesía y ejecutar los mejores condimentos rítmicos de distintos géneros (funk, blues, hard rock, boogie, entre otros), lo más destacable de “Psychic Warfare” es la prevalencia de una visión tan clara a la hora de llevar su música a un destino fijo y seguir sumando. 25 años no pasan en vano.
Por Francisco Reinoso.
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