La cifra de muertos por el enfrentamiento de policías federales y estatales contra miembros y simpatizantes de la CNTE en una carretera de Nochixtlán, Oaxaca, aumentó a trece.
Ayer fue enterrado el cuerpo de Azarel Galán Mendoza, de 18 años de edad.
De acuerdo con los testimonios, el joven estaba en un taller mecánico, propiedad de su padre, que se ubica sobre la carretera internacional a la altura de Viguera.
“No se trata de ningún delincuente, él iba pasando, estaba en el taller”, narró su padre en el velorio.
La Fiscalía General del Estado afirmó que al joven le explotó un cohetón en la mano, lo que provocó el desprendimiento de una lámina que estaba cerca, la cual le cortó a la altura de la ingle.
El presidente de la Liga Mexicana de Derechos Humanos, Adrián Ramírez, expresó su preocupación por los desaparecidos, debido a que en el país tienen el antecedente de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, cuyo caso aún no está resuelto.
El vocero agregó que parte de estas personas pueden estar detenidas.
Las movilizaciones continuarán
El corresponsal de teleSUR, Fernando Camacho, informó que se prevé que las movilizaciones y los bloqueos en las carreteras sigan para exigir que no haya represión y reiterar la solicitud de diálogo al Gobierno.
Camacho detalló que en Oaxaca se vive un ambiente de mucha crispación e indignación por la represión y confirmó que dos periodistas fueron asesinados en Juchitán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario