El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC anunciaron el miércoles un acuerdo de cese del fuego, el primer paso del fin de un enfrentamiento entre las partes que marcó la historia de la nación sudamericana y que dejó miles de víctimas y pérdidas materiales.
"Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP informamos a la opinión pública que hemos llegado con éxito al Acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo; la Dejación de las armas, las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de Derechos Humanos, movimientos sociales o movimientos políticos", expresó un comunicado conjunto de las partes leído en esta capital por uno de los negociadores rebeldes.
Por su parte, el negociador del grupo rebelde, Carlos Antonio Lozada, adelanta que este jueves anunciarán en La Habana la fecha en que firmarán los acuerdos de paz.
"Para que cese la horrible noche y se abra el camino de la paz y la esperanza. Jueves 23 de junio anunciaremos el último día de la guerra", escribió Lozada en su cuenta de Twitter.
De manera extraoficial medios locales indicaron que se tiene previsto que para el acto de este jueves en La Habana, cinco presidentes y el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, acompañen al mandatario colombiano.
Este acuerdo incluiría las zonas de ubicación de las FARC, para la verificación del cese bilateral del fuego, el cronograma de dejación de armas y las garantías de seguridad para los combatientes.
La firma del Acuerdo Final que termina con 52 años de guerra que ha dejado en Colombia cerca de 300 mil muertos, más de 7.5 millones de víctimas, sería en un plazo de 60 días, fecha que las partes darán a conocer este jueves.
El 23 de septiembre de 2015, en Cuba, Santos y el comandante Timoleón Jiménez, o Timochenko, fijaron para el 23 de marzo la firma de la paz, pero las delegaciones negociadoras reconocieron que les había sido imposible resolver varios puntos de la agenda de negociaciones.
Desde fines de 2012 la administración de Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llevan adelante en la capital cubana un proceso de paz para tratar de poner fin a más de medio siglo de conflicto armado interno.
Los protagonistas del diálogo por la paz
José Manuel Santos, presidente reelecto de Colombia (2014-2018), mantuvo en su campaña por la segunda vuelta una estrategia enfocada en la paz, de ahí estableciera un acercamiento con las las FARC para llegar a acuerdos.
Timoleón Jiménez, líder de las FARC. Al poco tiempo de su nombramiento “Timochenko” hizo el anuncio —en septiembre de 2012— de la necesidad de acabar con el conflicto, destacando que la solución estaba en el diálogo y no en la guerra.
Raúl Castro, presidente de Cuba, considerado por muchos la piedra angular del diálogo al brindar al Gobierno colombiano y las FARC un lugar “neutral” para las conversaciones que se iniciaron en 2012 y ha sido un mediador “real”.
Álvaro Uribe, ex presidente de Colombia y uno de los principales opositores a llegar a acuerdos con las Fuerzas Armada Revolucionarias de Colombia. Hoy incluso se ha mostrado escéptico frente a los acuerdos establecidos entre ambas partes.
El porvenir, tras el acuerdo
Fin del enfrentamiento. El acuerdo incluye el desarme de los rebeldes bajo verificación de la ONU, garantías de seguridad para ex combatientes y el compromiso del Gobierno de combatir a las bandas armadas de origen paramilitar.
Legalidad. Las FARC serán un partido político. En 2013 suscribieron un pacto que les da garantías legales y de seguridad para competir en elecciones.
Reparación. En diciembre de 2015, anunciaron un acuerdo para reparar a las víctimas de las FARC y sancionar a los responsables de delitos graves.
Amnistía. Para los combatientes de las FARC que apenas se hayan alzado en armas, y los que estén acusados de delitos de lesa humanidad recibirán penas alternativas de prisión si confiesan sus crímenes.
Narcotráfico. En mayo de 2014, las FARC llegaron a un acuerdo con el Gobierno para la sustitución de cultivos ilegales en sus áreas de influencia.
Agro. Las FARC justifican su lucha en la defensa de los campesinos; en mayo de 2013 anunciaron un acuerdo con el Gobierno para la concesión de tierras y acceso a créditos.
La firma de la paz con las FARC no significa el fin automático del conflicto, aún falta pactar una solución con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El costo de la guerrilla
El conflicto colombiano cuesta este año al Estado unos 10 mil 150 millones de dólares con los que se mantienen las operaciones y a casi medio millón de militares y policías que componen la Fuerza Pública, un gasto que se espera se reduzca con el alto el fuego bilateral y definitivo con las FARC, anunciado ayer.
El cese el fuego supone un respiro para las arcas del Estado, que dedica un 3.4% del PIB al gasto en Defensa, en el que está incluido la Policía.
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