lunes, 1 de agosto de 2016

BAND OF HORSES - WHY ARE YOU OK

Con Jason Lytle (Grandaddy) y Dave Friedmann (Mercury Rev) en las perillas, la quinta producción de los de Seattle, “Why Are You OK”, abre una nueva etapa, en un nuevo sello (Interscope), y con intenciones aparentes de dejar al margen la ambición de mainstream. 

Al menos, eso sugiere la intro bicéfala y extensa ‘Dull Times / The Moon’, que despierta de la languidez y encuentra su vocación atravesando guitarras escabrosas. La resonancia de este fulminante inicio, marca la pauta para los primeros  veinticinco minutos, los mejores del disco: ‘In A Drawer’ (con una opaca caja de ritmos y la voz de jarabe de maple de J Mascis como aliciente), ‘Solemn Oath’, y el single ‘Casual Party’ (una suerte de collage de viejos tiempos Sub Pop entre The Shins y Modest Mouse), son tracks cargados de ímpetu y corazón.

Ese permanente culto a la Americana, que se apoderó del antecesor “Mirage Rock”, en esta ocasión queda acorralado en los últimos cortes, y se extiende tras el intermedio de ‘Hold On Gimme A Sec’, desde la inspiración de ‘Lying Under Oak’ hasta las más cómodas ‘Throw My Mess’ y ‘Whatever, Wherever’. ‘Country Teen’, aunque funcione como un singular capricho campirano (paneo de canales incluido), parece fuera de lugar, y su posición inmediatamente anterior a las finales ‘Barrel House’ y ‘Even Still’, le quita tensión a la placa. Ambas piezas, a pesar de estar construidas para emocionar, suenan desconectadas, y ampulosas. Sí, los caballos de Ben Bridwell, no son descarriados como los de su gran maestro Neil, y sus corazones no siempre secretan oro.

Band Of Horses había logrado anticiparse a la celebración de una década de antigüedad en justa forma, dejando amplificar su capacidad interpretativa por el sensei Glyn Johns. Sin embargo, para una banda acostumbrada a dejar pasar dos años máximo entre placas, cuatro años fuera del estudio ha generado un socavón en su consistencia, y aunque la gran mayoría de las bandas tengan un disco en su carrera que hubiera sido un excelente EP, a veces un OK no es suficiente.



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