Jorge González tiene canciones de tinte profético. En 1999, editó su tercer disco solista, "Mi destino (confesiones de una estrella de rock)". Lo promocionó con 'Me pagan por rebelde', un tema que sintonizaba con la sensibilidad mutante de Beck para ironizar sobre los privilegios de ser un músico famoso. Tres años después, cuando Los Prisioneros tocaron en el Estadio Nacional para el cierre de la Teletón, hizo en cadena nacional justamente lo que escribió ahí: "me pongo la chaqueta de cuero y digo las cosas a mi modo". Durante su fugaz regreso al evento, también le dio carácter de augurio a 'Fe', de su homónimo debut en solitario. Aquella noche daban escalofríos las líneas "escúchame una vez, todo tiene final, sabes que vuelvo a tener fe y empiezo a sanar".
Sucede que, con el tiempo, todo lo que hace González adquiere nuevas dimensiones. Siempre ha sido así: esa hazaña del electropop llamada "Corazones" fue resistida al momento de su aparición, pero la escena alternativa de Santiago se encargó de sindicarla como una obra canónica. Guardando las proporciones, pasa algo similar con su catálogo posterior: incluso el hostil "El futuro se fue", considerado un suicidio artístico y comercial en 1994, hoy es objeto de reivindicación. "Irradia un grado de humanidad tan grande", comentó Gepe en una revista de papel couché, donde Carlos Cabezas destacó el gritoneado track 'Cuánto aguanta un niño' por ser "crudo, directo y a quemarropa".
Desde los comienzos de su carrera Jorge González mostró que su forma de componer era profunda y escondía más mensajes de los evidentes, pero sin rebuscar frases ni tratar de pasar desapercibido. Ideas claras que, en su gran mayoría, tuvieron espacio en un momento difícil de Chile, como la dictadura militar, contexto en el que tomaron mucho más sentido y fuerza.
Un chileno más, que nació el 6 de diciembre de 1964 en la comuna de San Miguel, mismo lugar en donde inició su carrera musical, junto a sus compañeros de curso Miguel Tapia y Claudio Narea, con el grupo Los Vinchukas, que posteriormente se transformaría en una de las bandas insignes de la historia del rock nacional: Los Prisioneros.
Inspirado por el punk y su lenguaje transgresor, las letras de sus canciones se atrevieron a hacer públicas muchas instancias, situaciones y preocupaciones que a gran parte del país le aquejaban, pero que en medio de la represión no lograban expresarse de una forma libre y abierta.
Pero Jorge González no sólo es eso, ya que las historias de sus temas también se desarrollaron en el otro aspecto fundamental de la creación artística: el amor y desamor, componiendo algunas de las baladas más trascendentales de la música chilena.
Porque es una figura clave de nuestra música, se transformó en un ícono del rock nacional y por mucho más, hemos decidido hacer la selección de las mejores letras de canciones escritas por Jorge González.
Jorge González persiguió una carrera en solitario que dio origen a 6 álbumes de estudio. En 2015 sobrevivió un accidente cerebrovascular que lo llevó a retirarse de los escenarios, dejar de componer y dedicarse a escribir y publicar material inédito.
Actualmente vive con su padre en un departamento en San Miguel, y tras editar su autobiografía Héroe, lanzó su Antología, un compendio de los más destacado de su trabajo con composiciones originales.
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