viernes, 29 de diciembre de 2017

RUSH - A FAREWALL TO KINGS

Alguna vez Billy Sheehan confesó que Rush no le llamó la atención hasta que Mr. Big giró con ellos en los noventa. ¿Motivo? Le parecían una copia discreta de Genesis por discos como este.

"A Farewell to Kings" (1977), el primer título del periodo clásico de los canadienses hasta "Signals" (1982), fue grabado en las antípodas de la presión en torno a "2112" (1976). Gracias a su éxito Geddy Lee, Alex Lifeson y Neil Peart se convirtieron en niños en una dulcería con licencia para comprar y hacer lo que les diera la gana, independiente de lo que dijera el sello y la crítica. Renovaron instrumentos y adquirieron otros con la intención de componer el material más complejo posible. Para Rush el rótulo power trío no era suficiente. Querían parecer una orquesta y este fue el primer álbum en conseguirlo.

Aunque 'Xanadu' rebosa poesía relamida también encarna una composición donde se resuelve algo que no siempre los grandes tótems del progresivo lograban: hilvanar con coherencia los sucesivos pasajes de una canción de largo minutaje. Lo mismo sucede con 'Cygnus X-1', clásico del space rock donde Geddy Lee plasmó desde el bajo y para siempre un sonido inconfundible en una pieza de estructura cinematográfica, aspecto que seguirían desarrollando hasta florecer por completo en 'The Camera Eye' y, particularmente, 'Red Barchetta'.

A cuatro décadas el sonido denota la distancia del tiempo (el álbum ganaba peso en directo), pero la composición resulta asombrosa para músicos que aún no cumplían 25 años. Esta reedición sigue el molde de la versión aniversario de "2112", incluyendo material en vivo y covers. Por fin aparece completo el concierto del 20 de febrero de 1978 en el Hammersmith Odeon de Londres, parcialmente editado en "Different Stages" (1998), sumando 'Lakeside Park', '2112' y el clásico solo de batería de Peart.

A estas alturas en que Rush tiene numerosos discos en vivo, cada lanzamiento permite constatar cómo progresaba la musicalidad de la banda. Esta actuación no es de las mejores noches de Lee -hizo el show resfriado- pero es más consistente en sonido y destreza que el crudo "All the World’s Stage" (1976). A su vez no ofrece la ductilidad ni el brillo de otras versiones de '2112' de las giras de "Permanent Waves" y "Moving Pictures" que han sido publicadas oficialmente.

En la sección covers al fin uno que vale la pena: Alain Johannes rindiendo 'Madrigal'. Leyó el tema y se apropió de él para moldearlo a su manera. Hasta ahora es la mejor versión que se ha hecho de una canción de los canadienses. No se puede decir lo mismo del resto. Dream Theater emula 'Xanadu' al dedillo sin correr riesgo alguno. Aburrido. Figuran dos bandas canadienses: Big Wreck se hace cargo de 'Closer to the Heart' y The Trews de 'Cinderella Man' sin conseguir nada memorable más allá de forzar gargantas para emular a Geddy Lee. Esa una de varias razones por las que Alain Johannes brilla solitario. Canta a su manera el tema y lo ambienta con esos aires góticos distintivos de su música. Ahí radica la gracia de una influencia. No se trata de copiar sino de inspirarse en el talento de otros.



No hay comentarios: