Le hizo bien a Joseph Satriani despercudirse, sacarse el polvo sobre los hombros, no dormirse en los laureles y cambiar de músicos; en efecto, el regresar a una formación básica de power trío, solo con guitarra, bajo y batería y centrarse en la onda y en el sentimiento, más no en el virtuosismo, le ha permitido facturar con ‘What Happens Next’ un gran álbum, muy en la línea de aquel clásico y ya lejano “The Extremist” de 1992.
Acompañado por Chad Smith (Red Hot Chili Peppers, Chickenfoot), un baterista sólido, consistente y muy enfocado en la onda y en el ritmo, y no en la técnica, y con el legendario Glenn Hughes (Trapeze, Deep Purple, Black Country Communion), un bajista grandioso que muchas veces queda eclipsado por su extraordinaria voz, todo perfectamente pulido, mezclado y masterizado por el legendario y experto productor canadiense Mike Fraser, hacen de este disco un placer para los oídos, un disco de un guitarrista para los amantes del hard rock y no sólo para otros guitarristas.
La simpleza de las bases, la sutileza de los arreglos, la belleza de las armonías, la gran cuota de sensibilidad en los solos, hacen que desde la partida con la enérgica y dinámica ‘Energy’ se perciba desde el vamos, que el mejor Satch está de regreso. ‘Catbot’ tiene un ritmo muy funky en la base, y ahí se nota claramente la influencia de Hughes en este tema, movedizo y zigzagueante, la guitarra de Satriani suena fresca y renovada, algo que aplica también para la inmensa ‘Thunder High On the Mountain’ y un tapping que va creciendo de forma maravillosa en el desarrollo del tema. Pero cuando las cosas se relajan un poco, aparecen maravillas como ‘Cherry Blossoms’ con una de las melodías de guitarra más sensibles y conmovedoras de Joe en la última década. Sencilla y hermosa, atrapa enseguida, con su sutil digitación nota por nota, creando un clima de paz interior difícil de describir más no de sentir, sentimiento que se repite en la tremenda ‘Smooth Soul’ pero esta vez en clave de blues.
‘Headrush’ retoma los licks más intrincados en plan “Surfing With the Alien”, en un boogie desatado donde Hughes tiene unas destacadas líneas de bajo. Y hablando del bajo de Glenn, en ‘Looper’ tiene unas partes simplemente deliciosas, llenas de cadencias y profundidad. El track más extenso, superando los 7 minutos, lo encontramos en ‘Super Funky Badass’ que suena mucho a jam de estudio, con un resultado final muy logrado. La más cinematográfica ‘Invisible’ y la balaba ‘Forever and Ever’ cierran el álbum de buena forma, dejando la refrescante sensación de haber escuchado un disco renovador.
Es una verdadera lástimas (por las diferentes agendas que cada músico tiene con sus respectivas agrupaciones), que la para la gira de presentación de este disco Satriani no pueda contar con Smith ni Hughes, ya que el sentimiento y la onda que le dan estos músicos a las canciones, no será los mismo con otros intérpretes por muy calificados y cualificados que estos sean, pero ya veremos “Qué pasará después”.
Por Cristián Pavez.
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