La Guardia Civil tramita la denuncia que le comunicó al cantante Evaristo Páramos el viernes pasado en el Festival Primavera Trompetera, en Jerez de la Frontera (Cádiz). Sin embargo, a esta hora, la denuncia (que según los expertos debe dirigirse a un agente concreto), aún no había llegado a la Delegación del Gobierno en Andalucía.
La Ley de Seguridad Ciudadana, promovida por el PP y conocida popularmente como Ley Mordaza, es la que, según las fuentes de la Guardia Civil consultadas por Público, quieren aplicar al caso de Evaristo. La acusación sería por una infracción leve de la ley, que acarrea una multa de entre 100 y 600 euros, según indicaron a Público las fuentes del Instituto Armado.
En un tuit, publicado este pasado domingo por la tarde en la cuenta oficial de la Guardia Civil, con el hashtag #QueremosAclarar, se lee lo siguiente: “No se ha producido ninguna detención ni retención del cantante #Evaristo Páramos, simplemente se le comunicó una denuncia. El motivo no han sido las letras de sus canciones, sino su grito de ‘policías, sois unos hijos de puta’ tras la actuación de su grupo”.
Las fuentes de la Guardia Civil consultadas dijeron que, tras terminar la actuación, el cantante pronunció esas palabras en el escenario y que los agentes que se encontraban allí trabajando entendieron que se trataba de una infracción por una falta de respeto a la autoridad y se acercaron para identificarle y comunicarle que se le iba a poner una denuncia bajo el amparo de la Ley de Seguridad Ciudadana.
Esas palabras a las que se refiere la Guardia Civil forman parte, sin embargo, de una jota punk que habitualmente canta Evaristo en sus conciertos en directo y no se refieren a un agente en concreto. Desde que se aprobó la Ley Mordaza, el cantante ha modificado su jotilla para que él cante un verso y el público el siguiente (con el insulto); así creía que evitaba la multa. En el vídeo inferior, Evaristo interpreta una versión coreada por el público, en Hospitalet, en junio de 2016.
Lo que prevé la Ley de Seguridad Ciudadana en su artículo 37.4 es lo siguiente: “Las faltas de respeto y consideración cuyo destinatario sea un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones de protección de la seguridad, cuando estas conductas no sean constitutivas de infracción penal”. Es decir, la falta de respeto se refiere a un agente en concreto que esté en el ejercicio de sus funciones. Según fuentes jurídicas consultadas, ese artículo sólo puede sancionar “faltas de respeto dirigidas a agentes concretos”. Y recuerdan el caso de la camiseta de los gatitos.
Hace dos años, la Ertzaintza denunció a un joven en Bilbao que llevaba una camiseta con unos gatitos y las siglas ACAB (All Cats Are Beatiful, todos los gatos son bonitos) y la Policía hizo lo propio con una joven en Madrid que llevaba un bolso con esas mismas siglas. Esta denuncia fue archivada. Las letras ACAB son muy utilizadas como siglas de All Cops Are Bastards (todos los policías son unos bastardos) por grupos ultras, vinculados a movimientos de skinheads. El acrónimo lo popularizó en los años 80 la banda británica 4 Skins, que tituló una canción de esa manera.
La decisión del delegado de Gobierno
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, sería, por tanto, en el caso de que finalmente el texto de la denuncia de la Guardia Civil recoja efectivamente una infracción leve de esa ley por el artículo 37.4, el encargado de tomar la decisión definitiva, una vez que se reciba la acusación, tal y como dispone la norma. La administración tiene tres meses para resolver. Fuentes de la Delegación del Gobierno recordaron a Público que, en todo caso, y más allá de este caso concreto, todas las sanciones son recurribles.
La Delegación del Gobierno tiene que esperar, por tanto, a ver lo que pone exactamente en la denuncia de la Guardia Civil para poder tomar una decisión. El artículo 52 de la Ley de Seguridad Ciudadana le da valor de prueba al testimonio de los agentes: “Las denuncias, atestados o actas formulados por los agentes de la autoridad en ejercicio de sus funciones que hubiesen presenciado los hechos, previa ratificación en el caso de haber sido negados por los denunciados, constituirán base suficiente para adoptar la resolución que proceda, salvo prueba en contrario y sin perjuicio de que aquéllos deban aportar al expediente todos los elementos probatorios disponibles”.
Evaristo es toda una referencia del punk en español y de la movida. Lo fue con su mítica banda La Polla Records, que se disolvió en 2003. Ahora es el vocalista de Gatillazo, cuya carta de presentación, según se recoge en la página web del grupo, es la siguiente: “Nunca quisimos hacerlo, pero las circunstancias nos obligaron. La necesidad se confabuló con la ocasión y caímos en la trampa sin remordimientos. Podríamos haberlo evitado, pero también podríamos morirnos de hambre. Así que una vez más recorreremos la azarosa senda de los titiriteros junto a personas que de esta manera podrán ver nuestros vistosos carromatos, nuestros extravagantes ropajes y oír nuestras irreverentes canciones y sacar de ello sus propias conclusiones. Para bien o para mal aquí están Gatillazo. No esperéis nada nuevo, ni nada innovador, tal y como está el mundo no estamos para experimentos. Seguimos con la misma mala hostia y ganas de revolver, el enemigo es el de siempre. Pollo que no cacarea Gatillazo que resuena… Un nuevo partido, un montón de lesionados, el árbitro siempre en contra, una afición temible y un equipo con resaca…!! ¡¡El estadio será una caldera!!”.
Por Raúl Bocanegra.
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