Primero, los carabineros se hacen los desentendidos con el tráfico de drogas en las poblaciones y no acuden a los llamados ciudadanos, permitiéndoles a los narcos apoderarse de los barrios ante la mirada de todo el país. Después, los mismos carabineros les venden armamento de guerra a los narcotraficantes para darles más poder y así difundir miedo en la ciudadanía.
Finalmente, los mismos carabineros les prestan protección a los narcotraficantes que conocen. Y resulta que ahora catalogan de "mártir" a uno de esos mismos carabineros que los delincuentes confundieron con un soldado sicario de la banda rival en una balacera entre dos bandas de narcos. Algo no cuadra.
Un chileno promedio cree que la delincuencia es algo propio de la sociedad y que se soluciona con más policías en las calles. Gravísimo error. La delincuencia es un flagelo social promovido por la elite empresarial gobernante, mediante la producción de pobreza extrema carente de educación como caldo de cultivo de delincuentes que usan para generar miedo en la población y así poder controlarla.
Si desde pequeños en la escuela nos enseñaran Filosofía y Educación Cívica sabríamos que: "Mientras más delincuentes existan, más crímenes habrán; mientras más crímenes hayan, más miedo tendrá la población y mientras más miedo haya en la población, más aceptable y deseable se vuelve el sistema de control policial." - [Michel Foucault].
Pero el sistema no quiere que sepas esto, ni que logres un pensamiento crítico propio ni la expansión de tu mente y de tus talentos; por eso ellos han sacado de la escuela la Educación Cívica, la Filosofía, la Música y las Artes, precisamente para que no pensemos por uno mismo y así no veamos la realidad, no critiquemos lo establecido y no sintamos empatía por la realidad del que sufre las injusticias que el sistema establece como algo normal y propio del funcionamiento de la maquinaria de producción de riqueza ... y de producción de pobreza.
Lo más triste de todo este caso, es que en la desenfrenada persecución de los delincuentes, carabineros nuevamente atropelló y mató a una persona inocente que nada tenía que ver en el asunto; tal como lo hizo en el año 2014 el carabinero Oscar Galindo muerto en La Pintana.
Esas persecuciones a alta velocidad de pacos drogados en cocaína, alucinados por el uniforme-disfraz que visten y completamente inexpertos en su verdadera labor social; deben estar prohibidas por la ley. A estos parásitos "Traidores Del Pueblo" les importa una raja matar a un ciudadano inocente con tal de irse en la volá de la cocaína y creerse super policías de TV que arriesgan la vida de los ciudadanos. Esbirros, lacayos, ignorantes y matones que no respetan al soberano de la nación. Todo el tiempo se acobardan y se hacen los hueones con los narcotraficantes, dejándolos libremente que se apoderen de las poblaciones; y cuando al pedo les toca meterse sin su uniforme-disfraz en una balacera entre dos bandas de narcos, donde los pacos y los narcos se conocen de cerca y hace rato, el miedo, la adrenalina mezclada con cocaína y la falta de profesionalismo y experiencia, les hace perder completamente la cabeza.
Un carabinero jamás es ni será un "mártir": un mártir es una persona que con resignación sufre persecución, sufrimientos, injusticias, privaciones y muerte, por defender una causa basada en sus creencias e ideales, con la disposición de dar la vida por esa causa, profundamente arraigada, en el bien común y la justicia social.
Un carabinero no trabaja ni se sacrifica por el bien común y la justicia social; él trabaja ahí para contribuir violentamente en someter al Pueblo desde postura, voz y mal trato diario, haciendo notable diferencia entre el ciudadano con dinero y el ciudadano sin dinero, porque para eso lo escogieron y a eso lo mandan y lo hace gustoso y felíz, porque al trabajar para el rico siente que deja de ser pobre.
Por eso un carabinero siente placer cuando violenta a un anciano que vende verduras en la calle. Porque un psicópata ó sociópata no siente empatía ni arrepentimiento del daño cometido contra los más débiles de la sociedad.
Por eso lo escogieron y para eso lo escogieron.
Un carabinero contribuye en mantener el funcionamiento de la maquiavélica maquinaria que enajena con droga a la población y que oprime a la fuerza trabajadora que lucha con justicia por sus derechos.
A un carabinero lo seleccionan porque cumple con las condiciones psicológicas de rasgos psicopáticos perfecto por ser dócil, porque acepta con agrado hacer lo que se le manda y es fácil de adoctrinar, domesticar y controlar en su pensamiento, criterio y conciencia.
A un carabinero lo programaron desde la infancia con eso de creer en "morir por la patria", casi siempre proceden de famila de uniformes, que en su mayoría son católicos pechoños o evangélicos de familia evangélica fanática. Y lo escogen porque es de mente débil, fácilmente moldeable, de una personalidad sin iniciativa propia que le gusta recibir órdenes y que necesita que lo manden para todo y, lo más importante, le gusta sentir que tiene algo de poder por sobre sus semejantes de su misma Sangre y de su mismo Pueblo.
Y entre todo lo que implica ser carabinero, él sabe que la muerte es algo propio del oficio que eligió; oficio que en resumidas palabras existe para mantener el "orden público" impuesto a la fuerza y bajo engaño, que somete al Pueblo al sistema establecido por la élite empresarial que lo gobierna.
Ahora los invito a reflexionar, ¿son realmente útiles los Carabineros para nuestra seguridad?
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