El nuevo disco de Sonora de Llegar parte recordando a Los Miserables. "El ruido necesario" abre con '93', una canción en la que la voz de Mauricio Miño recuerda a la de Claudio García. La influencia se hará presente de nuevo en ciertos puntos del álbum, pero nunca con tanta claridad. Los Miserables fueron, por cierto, una de las bandas invitadas por Sonora de Llegar al lanzamiento de este material gestado, según cuenta Miño, de forma casual antes de la partida a España del bajista Sebastián Orellana, ex miembro del grupo y también mitad de La BIG Rabia, entre otros proyectos.
Hubo un pie forzado, eso sí: hacer temas a dos guitarras aprovechando que Orellana también se aplica en las seis cuerdas. De aquel ejercicio nació "El ruido necesario".
Después de '93', la banda emprende un viaje que nos recuerda su calidad de investigadores musicales. Puede que uno piense en fiesta y baile ante la mención de Sonora de Llegar, pero no debe omitirse que, detrás del dominio de varios géneros, hay muchas horas de estudio. En la sustancia, sumada a las motivaciones sociales que asoman en sus letras, está la clave de la durabilidad del grupo: siempre hay un ritmo que mostrar, siempre hay algo que decir. Desde la base punk en la que se para, "El ruido necesario" incorpora elementos que hablan del profundo conocimiento que Sonora de Llegar tiene de los latidos jamaiquinos como el reggae, el ska y el dub. Miño y los suyos ya son doctores en la materia: en vez de caer en el tributo evidente a las formas clásicas de cada estilo, lo que hacen es volverlos parte de su lenguaje, que es un idioma dinámico y abierto a la actualización.
"El ruido necesario" se distingue por su espesor de los discos anteriores de Sonora de Llegar. Puede que la fuente de la que bebe 'Verás que vuela' sea caribeña, pero no por eso la canción es liviana de sangre, al contrario, la caracteriza su densidad. Por lo mismo es apropiado que, al final del álbum, reaparezca en clave totalmente dub, al igual que 'Usté mande', la más hipnótica e insistente de las nuevas canciones del combo iniciado el año 2000. La formación musical de Sonora de Llegar, y especialmente de Miño, ocurrió antes del cambio de milenio, por lo que es natural encontrarse con ecos de Sumo vía La Floripondio en 'Cuando caes', cuya intensidad sólo es igualada (y superada) por la de 'Post duro', quizás la más inmediata del ramillete. Citando la letra del tema titular, a Sonora de Llegar le va excelentemente bien "improvisando como antaño sonidos prehistóricos".
Por Andrés Panes.
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