sábado, 7 de julio de 2018

LA CAÍDA DE DON FRANCISCO

Mario Kreutzberger, Don Francisco, el Papa de la televisión chilena, por años ha sido defendido por los rostros de la farándula criolla como si se tratara de una dignidad eclesiástica. En privado, se sinceran pero se cuidan. Callan. Tienen miedo. Pero los tiempos cambian. Los ídolos caen y los intocables, también. 

Junto con ser un pionero de la industria de la televisión, fue asimismo un precursor de las malas prácticas. Junto a él se han sentado el éxito y el escándalo. Fue acusado de acoso y abuso sexual en Miami, cuando nadie hablaba de ello. En otro caso, llegó a tribunales para negar una paternidad con dudosas muestras de ADN y en los 80 se le acusaba de pedir favores sexuales a cambio de electrodomésticos.

El famoso presentador Don Francisco ha sido señalado por acoso sexual y abuso del poder por la periodista Laura Landaeta. En medio de la lucha contra el acoso sexual que se disparó tras las denuncias de acoso contra Harvey Weinstein y la lucha #MeToo en Hollywood, la periodista e investigadora chilena ha puesto nuevamente sobre la mesa las conductas que habría tenido Mario Kreutzberger, nombre real del titular de Sábado Gigante.

La escritoria y periodista Laura Landaeta, autora de "Don Francisco: Biografía no autorizada de un Gigante", entregó detalles de casos de acoso sexual y abuso de poder del conductor de televisión, Mario Kreutzberger.

En una columna publicada en El Mostrador, aseguró que el animador "escondido en la entretención y la solidaridad, ha generado a su alrededor un halo de impunidad frente al abuso de poder y el acoso".

Según la periodista, Don Francisco "cambiaba favores sexuales en camarines por televisores, lavadoras y electrodomésticos" y aseguró que las mujeres que trabajaban con él lo tildan de "peligroso".

"'Había que caminar con el poto en la pared', recuerdan hasta hoy medio en broma, medio en serio", puntualizó.


Los casos denunciados


Laura Landaeta detalla que la fama de "cambiar sexo por favores y regalos" se la ganó en la década de los '80, pero en agosto de 1994 fue denunciado ante la justicia por la modelo mexicana Ana Isabel Gómez.

En Univisión se encendieron las alarmas en la época y lograron un "acuerdo de silencio a cambio de miles de billetes verdes". Sin embargo, la demanda detalla que el animador intentó violarla en marzo de 1989 en uno de los hoteles Sheraton de Miami.

La cantante argentina Nanci Guerrero también acusó a Kreutzberger de "conductas indecorosas". De hecho, ella no le permitió contactos como manoseos o besos en Miami, por lo que "fue vetada y perseguida por el animador".

La escritora también transcribe el testimonio de una periodista de Canal 13, quien asegura que Don Francisco le pidió llevar una mujer del público a su oficina durante el descanso.

"Mario estaba en su oficina con ella y para colmo no estaba cerrada la cortina, solo el visillo de la ventana y cuando miro hacia adentro, me doy cuenta que la mujer le estaba practicando sexo oral. Golpeé la puerta para que dejaran de hacerlo y le dije: 'Mario, te busca Rubi' (Anne Gumpert, directora de Canal 13)", detalló.

También expone que Kreutzberger hizo arrendar una casa rodante como camarín durante las grabaciones en Parque O'Higgins o el cerro Santa Lucía. Allí también pedía mujeres con quien sostenía "encuentros larguísimos", que "muchas veces incluyeron intimidad, de la cual se jactaba después con el mismo equipo".

Tras la publicación del libro, Landaeta asegura que recibió nuevos testimonios. Uno de ellos de una mujer llamada Ana López, que en 1984 asistió con su hija Lisette de 16 años a Sábado Gigante, a quien le propusieron conocer a Don Francisco en camarines.

Cuando el animador las vio entrar a ambas, dijo: "ah, pensé que vendrías solita. Mucho gusto señora, solo quería saludar a su hija porque la encontré muy linda". Una vez que salieron, ella escuchó a Kreutzberger decirle a su productor: "te dije que viniera sola, huevón".

Finalmente, la periodista detalla la historia de la trabajadora de una panadería. Cuando Don Francisco la conoció "comenzó a acosarla descaradamente y lo siguió haciendo cada vez de manera más intimidante".

Un día, cuando salió de su trabajo "estaba ahí en su auto y me seguía mientras caminaba al paradero insistiendo en que me subiera con él. No lo hice y le pedí que me dejara de molestar, insistió un rato y luego me dijo: 'Usted se lo pierde' y se fue. Tuve miedo".

Esta impunidad con la que trabajaba en televisión es uno de los puntos que más llamó la atención de la escritora, quien indica que los entrevistados de su libro señalaron que Don Francisco usaba a las mujeres como objeto, y cambiaba favores sexuales en camarines.

Landaeta además acusó que “no sólo se me cerraron puertas laborales cuando lancé la investigación, sino también recibí amenazas solapadas y anónimas por mi libro”.

Finalmente, Landaeta asegura que “escribo esta columna para refrescar la memoria, porque el abuso y el acoso, en el mundo de la entretención televisiva, no partió con Abreu ni con Nicolás López, partió con Don Francisco”.

Las redes sociales reaccionaron inmediatamente a las acusaciones, donde la mayoría de los usuarios condenaron las acciones del animador.

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