Siete años se cumplen del asesinato del joven estudiante de 16 años, Manuel Gutiérrez, asesinado por el sargento de Carabineros, Miguel Millacura, quien hasta el día de hoy no ha recibido ninguna condena a la altura del crimen cometido.
Manuel, quien vivía en la población Jaime Eyzaguirre, fue víctima de la violencia policial, y asesinado en el marco del paro nacional convocado por la CUT durante las movilizaciones estudiantiles del 2011, con una subametralladora UZI (catalogada como un arma de guerra).
Manuel Gutiérrez Reinoso falleció cuando tenía apenas 16 años y su muerte atrajo a una nube de periodistas que inundaron las pantallas con despachos en directo y entrevistas a sus familiares y vecinos. Pocos días después el interés de la prensa comenzó a menguar hasta extinguirse. La familia y los amigos del joven se quedaron solos con su duelo.
En ese momento, cuando comenzó a bajar el polvo que la multitud de reporteros había levantado, Tania Tamayo pudo ver mejor cada detalle de lo que había sucedido e inició su trabajo. Un silencio que sólo tuvo un corto paréntesis cuando en mayo de ese año se supo que el autor del disparo, el cabo Miguel Millacura, fue condenado a 400 días de presidio remitido.
A 7 años se sigue constatando que otro muerto por los aparatos represivos en democracia queda en la impunidad y en la aberración de la justicia militar que en Chile le es permitido juzgar en casos en donde hay civiles involucrados dejando en evidencia en que hay ciudadanos de primera y segunda categoría.
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