"Las águilas se paseaban
incansablemente por donde
los peces nadaban sin rumbo
y ahí fue cuando llego ella.
Ante las miradas de los pájaros
no existió un bello lugar
donde ellos se pudieran esconder,
rasgando las últimas piedras
encontraron la esencia misma
a lo que aquella mujer pudiera descubrir.
Pero ella lo hallaba todo,
esconderse entre la esencia que
rondaba entre los aveadores fue
entregarse al alma de ella mientras
zuñía por los sonidos que estos cometían.
Opacamente se iban convirtiendo las cosas,
regresarían aquellas aves a su vida habitual
entregando la mirada final a
los bellos ojos de ella que de otra forma
le explicaba que de verdad los
amaba como nunca antes había amado,
no hubo mejor trato que la mirada y las
alas de ellos emprendieron un vuelo para amarla."
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