No era casualidad que esto
terminara en una brillante realidad,
una tinta y aquella imaginación
escribieron estos versos de pasión.
Tantos años haciendo lo mismo
pero no lo puedo dejar,
es lo que le da sentido a mi vida,
es el amor de mis días.
Nunca necesité ir a la universidad
para ser lo que quería ser,
para hacer arte no se necesita
de un título o de un maldito cartón.
Y si aún muy poca gente disfruta
de lo que es mi realización,
es porque no tranzo ni me vendo
como otros lo hacen con indignación.
Diez vidas diferentes relatando
viejas historias de amor,
historias de color y dolor.
Es mi primera decada contagiando
esta enfermedad llamada poesía,
y pensar que al principiuo era una porquería.
terminara en una brillante realidad,
una tinta y aquella imaginación
escribieron estos versos de pasión.
Tantos años haciendo lo mismo
pero no lo puedo dejar,
es lo que le da sentido a mi vida,
es el amor de mis días.
Nunca necesité ir a la universidad
para ser lo que quería ser,
para hacer arte no se necesita
de un título o de un maldito cartón.
Y si aún muy poca gente disfruta
de lo que es mi realización,
es porque no tranzo ni me vendo
como otros lo hacen con indignación.
Diez vidas diferentes relatando
viejas historias de amor,
historias de color y dolor.
Es mi primera decada contagiando
esta enfermedad llamada poesía,
y pensar que al principiuo era una porquería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario