SIMPLE MATH

Luego del éxito y notoriedad que obtuvieron tras el lanzamiento de “Mean Everything To Nothing” (2009), que acaparó elogios en ambas orillas del Atlántico, Manchester Orchestra regresa con su tercer largaduración, el esperado “Simple Math”.

Y fue esperado en el sentido de que los norteamericanos ofrecían canciones que daba para intuir que lo de ellos no era sólo el desplante de guitarras, ritmos inmediatos, del tipo “dos cucharadas y a la papa”. Escuchar el segundo opus se había transformado en un agrado, pero había que esperar el tercer paso para medir la real tara de este combo, pues en este disco confirmarían todo lo que se podía oler en el anterior.

Con la escucha de este decálogo, huelga decir que los oriundos de Atlanta, Georgia, han ampliado su paleta de inquietudes en una dirección de ancho radio. La introducción que nos presenta ‘Deer’ habla de un meticuloso estudio de posibilidades, llegando a ver lo lejos que pueden llegar en sus creaciones. ‘Mighty’ ya nos habla de que las guitarras, pese a estar constantemente avisando su presencia en la placa, están más para colorear una situación que para tomar el protagonismo completo.

El líder Andy Hull se ha curtido disco tras disco, otorgándonos un catastro de la vida en ‘Pensacola’. El vocalista de Manchester Orchestra ha sostenido firme la batuta de la agrupación, llevándolos a cortes como ‘April Fool’, donde las texturas convivientes con las guitarras, más su voz en estado de gracia nos recuerda en algún momento a Modest Mouse.

Así, de la misma forma en que pueden mostrarse activos, pueden llegar a lo circunspecto en ‘Leaky Breaks’, un corte de más de siete minutos en que las imágenes y la música se asoman difusas, quizás a propósito, para imprimir más realismo al episodio de alcohol que Hull relata.

Con mayores recursos, el quinteto nos regala probablemente sus dos mejores cortes: ‘Simple Math’ y ‘Leave It Alone’. Ambas están adornadas de interesantes cuerdas, brindándole un ambiente de nostalgia, de pérdida, y de ruego. Escuchar a Hull implorar “Llévame, que si no es contigo, no tengo lugar donde ir” pone la carne de gallina, y deja un enorme buen gusto, pues Manchester Orchestra se transforma de a poco en una banda que cualquier esquina le sienta bien. Su sentido de adaptación sigue en alza.

“Simple Math” es un título que bien podría sostener todo lo que Manchester Orchestra ha estado construyendo en estos seis años de historia como conjunto. De pasar a ser un grupo que se cobijaba en las cómodas butacas del indie, se envalentonan para sacudirse la modorra con un excelente disco. Y, tal como en su anterior elepé, siguen entregando sospechosas evidencias de que esto es crecimiento constante. Hay que estar atentos.



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