domingo, 12 de junio de 2011

SUCK IT AND SEE


Cuando Arctic Monkeys lanzó “Humbug” en 2009, muchos quedaron descolocados por la oscuridad y los sonidos lúgubres del disco. Era un distanciamiento evidente de ese rock alegre, a ratos infantil de sus primeros dos álbumes. Y aunque aquel tercer trabajo pecaba de monótono y de una homogeneidad excesiva, era un notable primer paso para desmarcarse de un formato que, si bien había dado excelentes resultados, no podía seguir sustentando una carrera; era más que nada un disco de transición. Dicho proceso de búsqueda continúa en “Suck It And See”, que aúna corrientes aparentemente dispares, pero que generan un álbum bastante atractivo.

Aunque Josh Homme -productor de "Humbug"- no tenga el mismo peso en esta placa, su aura aún se siente tremendamente presente, convirtiéndose en una suerte de padrino del nuevo sonido de los ingleses. Pero no todo es lo que parece. Si bien los primeros tracks liberados abundaban en riffs gruesos y sonoridades a la QOTSA, eran más bien casos aislados y no representan el tono general de "Suck It And See", cuya tendencia dominante es un pop vintage inspirado por íconos como The Beach Boys y The Byrds.

Testamento de este nuevo sonido es el primer track, 'She's Thunderstorms'. Como en un afán por desorientar al oyente, el tono oscuro y misterioso de las primeras notas es rápidamente reemplazado por melodías y armonías pop de toques sesenteros, que incluso podrían encajar en el catálogo pre "Rubber Soul" de los Beatles. 'Black Treacle' confirma que la cosa va en serio, continuando los sonidos melosos y con Alex Turner dándose el tiempo de explorar y explotar sus capacidades como cantante y compositor de baladas agradables al oído.

'Brick by Brick', el primer adelanto del disco, fue actor principal en aquella generar esa idea errónea que mencionaba antes. Líneas pesadas de bajo, riff grueso, la grave voz del baterista Matt Helders y una letra directa hacían pensar que aquel ánimo de “Humbug” sería llevado aún más allá, profundizando las vetas rockeras de manera incluso agresiva, ideas que se ven disipadas al escuchar al disco en su totalidad. Matizando las corrientes, 'The Hellcat Spangled Shalalala' vuelve a un pop liviano, meloso, pero sobretodo excelentemente construido. No es de lo más brillante del disco pero sus bellas armonías y progresiones ayudan a impulsarlo hacia arriba.

Quizás el mayor generador de discordia es 'Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair'. El primer single oficial del disco mostraba una faceta inaudita para la banda: un rock oscuro, de riffs lentos, pesados como un camión, que parecían una mezcla de Josh Homme y del Tom Waits de "Bone Machine". Era una aventura sumamente atractiva, pero (lamentablemente) no vería mayor exploración, siendo sólo un hecho aislado dentro del LP. El lado rockero continúa en 'Library Pictures’, dos minutos que alternan caos y melódica, fundiendo efectivamente los estilos que caracterizan el disco, mientras que Josh Homme hace su aparición en las armonías de 'All My Own Stunts', otra de las piezas más heavy del disco.

El pop melódico regresa para quedarse a partir de 'Reckless Serenade' y 'Piledriver Waltz', tracks con una influencia clara de los proyectos paralelos de Turner. Es más la última incluso apareció en su EP, "Submarine". Son canciones mid tempo con sonoridades propias de hace cinco décadas, progresiones de acordes que cautivan y arreglos bien cuidados que las hacen una delicia para el oyente.

'Love is a Laserquest' y sus sonidos vintage reconocen, según el mismo Turner, influencias country, no tanto musical como líricamente, mientras que 'Suck it and See' (la canción) es una pieza pop absolutamente reminiscente a The Beach Boys y Brian Wilson, con gran énfasis en la melodía y armonías vocales. Parecería que aquel fraseo rápido, casi frenético que abundaba en los dos primeros discos de la banda está al borde de la extinción. Finalmente, 'That's Where You're Wrong' es un gran ejemplo de cómo construir una canción sobre dos acordes, sumando elementos incesantemente para generar un crescendo infinito. Cierra el disco en concordancia con la atmósfera general dada por las once canciones anteriores.

Son varias las cosas que analizar y las sensaciones que quedan cuando “Suck It And See” se detiene en el reproductor. Por un lado, el álbum ratifica el enorme talento y versatilidad de Alex Turner, un compositor inteligente, inquieto, exigente y difícil de predecir. También es bueno confirmar que la inocencia y los sonidos de los primeros LPs de la banda quedan atrás, no porque no fueran buenos, de hecho eran excelentes, sino porque otro lanzamiento en esa línea habría sido un exceso. Ahora, este cambio sostenido hace difícil relacionar a esta banda con la que hace algunos años interpretaba alegremente canciones como 'Mardy Bum' o 'Fluorescent Adolescent', pues a ratos parecen dos grupos totalmente distintos.

De cierta forma "Suck It And See" toma rasgos de todos los trabajos previos, le agrega nuevas ideas y corrientes que aunque primordialmente convergen, también tienen algunos puntos de desencuentro. Pareciera que el proceso iniciado con “Humbug” aun no ha terminado y que Arctic Monkeys aún lucha por encontrar un camino y sonido propio. Van bien encaminados, pero el disco deja la sensación de que aún no hemos visto todo lo que hay por ver, que la banda aún no han dicho su última palabra, ni creado su obra fundamental. Sí, el disco genera sentimientos encontrados, pero el balance general tiende innegablemente hacia lo positivo. Habrá que esperar la secuela de este episodio para saber si el círculo finalmente se cierra. A ver qué tenemos que decir entonces.


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http://uploaded.to/file/5g01t256/Arctic%20Monkeys%20-%20Suck%20It%20And%20See%20320.rar

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