domingo, 11 de septiembre de 2011

PANIC OF GIRLS


Se agradece el esfuerzo y que haya cierta voluntad de justificar el retorno con nuevo material y que Debbie Harry y compañía hayan tenido la delicadeza, sobre todo a estas alturas del partido, de no confiar todo su prestigio a la nostalgia. Pero así y todo, con Panic of Girls, su primer disco con temas inéditos desde 2003, Blondie no alcanza a desafiar una máxima que hoy cae como sentencia sobre sus hombros: que todo tiempo pasado fue mejor.

Quizás no era lo que pretendían, pero en una frase de 'What I heard', una de los pocas canciones que, en todo caso, tienen algo del sonido que hizo famoso al conjunto neoyorquino, se escucha una línea que, por lo que actualmente entregan, suena como una cruel ironía: “Lo escuché todo antes / es un aburrimiento total”. Ese es el segundo tema en una lista de 13 y que, incluso frente a expectativas moderadas, va de más a menos. De cierta curiosidad inicial a las ganas de que esto termine pronto cuando ya pasas la media hora de escucha.

El primer tramo, ese que completan 'D-day' y 'Mother' (esta última una suerte de continuación de 'Maria', el sencillo que los resucitó en 1999), al menos tiene el pulso de antaño: ese credo del post punk y la new wave que mantiene vivo el baterista Clem Burke, uno que nunca falla y cuya ejecución está entre los puntos altos de Panic of Girls. También funcionan las “baladas” o esos clásicos “midtempo” de Blondie, generalmente de inspiración caribeña, que aquí están representadas por 'The end the end'; 'Girlie, girlie' (cover de un éxito reggae de 1986, que cantaba Sophie George), y 'Sunday smile', la mejor en ese apartado. Melodías que operan como un buen respiro y que no le hacen daño a nadie.


Pero el asunto se complica cerca de la medianía cuando aparece 'Words in my mouth', una canción escrita con la vitalidad de un hombre de 90 años, sumando una poco afortunada y casi inexplicable incursión en lenguas foráneas: 'Wipe off my sweat' y 'Mírame', ambas cantadas en español, y 'Le blue', interpretada en francés. Las primeras, las hispanoparlantes, no son dignas ni siquiera de una Shakira con la musa extraviada (el coro de 'Wipe off my sweat' califica como un momento derechamente vergonzoso en su carrera) y la segunda, la del idioma galo, al menos tiene algo de esa atmósfera parisina clásica y de esas baladas seductoras y eternas. Pero siempre detenida en el tiempo, incapaz de dar cara al futuro. Tanto como un disco que es una anécdota y que sólo celebrarán los seguidores más duros.



Si quieres descargar su disco, haz click aquí:
http://www.fileserve.com/file/WqVyQeV

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