El material que contiene este nuevo álbum en directo no es del todo inédito, pues el registro es básicamente el audio del DVD aparecido en 2011, que registró en 32 cámaras full HD, la cita del pasado 4 de diciembre de 2009 en nuestro vecino país. De todas formas el sonido es de gran calidad y realmente resulta imperdible adentrarse en el sonido del material, sin encandilarse con el espectacular trabajo audiovisual mostrado en el trabajo anterior.
Son 19 canciones que resultan una máquina de poder, un clásico tras otro frente a una fanaticada entregada desde el minuto uno. El sonido ambiente está trabajado de manera magistral, se siente el fervor de un público agradecido y rendido a un concierto verdaderamente inolvidable.
El poderoso comienzo es con ‘Rock and roll train’, en una versión cuidada, pero no por eso menos intensa. De ahí en más, la sucesión de clásicos, canciones de estadio y grandes estruendos no para. ‘Back in Black’ consigue la primera reacción catártica de la jornada, ‘Big Jack’ suena poderosísima y ‘Thunderstruck’ es otro punto alto del primer CD, coreado por la gran multitud que copaba el principal recinto deportivo trasandino.
No podía ser de otra manera, debido al característico sonido hard rock tan clásico de la banda, pero no está de más resaltar lo bien logradas que están las guitarras en la grabación. Más allá que pueden estar “maquilladas” en el estudio y que más de algún overdub deben tener, el sonido es punzante, claro y poderoso. Una muy buena representación de lo que es estar en un concierto de AC/DC.
La gran ‘Hells Bells’ termina con el primer disco, rememorando el gran disco “Back in Black’, con el que la banda tomó ese segundo aire que la catapultó como una de las más grandes del mundo. En la misma línea comienza el segundo CD, con ‘Shoot to thrill’, del mismo álbum. De ahí en más, sólo grandes clásicos, con una coreada versión de ‘You shook me all night long’ y luego una seguidilla de tracks de la época de Bon Scott, como ‘T.N.T’, ‘Whole lotta Rosie’, ‘Let there be rock’ y por supuesto ‘Highway to hell’, en la parte más intensa del concierto.
El álbum termina con ‘For those about to rock (we salute you)’, ante la algarabía de un público agradecido y fundido en un solo sentimiento de fervor, tras un concierto verdaderamente mágico. Uno de los puntos en el que este formato logra vencer a su DVD predecesor, es que el sonido está trabajado para rememorar de una manera significativa, la experiencia de lo que es estar en el show de AC/DC, con un sonido poderoso y un público a toda prueba.
La banda, en general, suena como en sus mejores momentos. Claro, varias canciones están en algún tono más bajo y por supuesto que hay algunos pequeños ripios puntuales de Brian Johnson en la voz, pero bueno, los años no pasan en vano. Sin embargo, AC/DC ha sabido envejecer sin dejar de lado la potencia, la simplicidad y todo es rock and roll que lo ha caracterizado durante su historia, de muchos años, muchas generaciones, pero de un solo grito de rock. Un disco imperdible para los fanáticos y para los no tanto.
Por Rodrigo Carvajal U.
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