lunes, 11 de febrero de 2013
ODDFELLOWS
No es momento para lidiar con el fanatismo que existe en Chile por Mike Patton. El asunto es como es, no hay más vuelta que darle, y lo concreto es que el cuarto trabajo de Tomahawk demandó justa atención porque hace rato estábamos esperando que el inclasificable Mike retomara vuelo rockero en estudio. Lo más lógico parecía ser que lo hiciera precisamente con este conjunto, de quienes se tenía el antecedente del confuso “Anonymous”, lo más reciente del corral de bandas que le mantuvieron activo la década pasada.
“Oddfellows” cumple con todo lo que uno le exigiría a un retorno a forma al grupo. Es ágil, muy pocas veces se entrampa en un atrevimiento sin salida y te deja canciones para repetirte una y otra vez.
Dentro de lo que se puede esperar de un nombre como Tomahawk, “Oddfellows” se mueve por territorios relativamente seguros, con una vocación cancionera tácita que juega en favor de un tránsito sin sobresaltos entre canción y canción. Esto, por fortuna, no es “Anonymous”, y está más cerca del reencuentro con su homónimo desplante de 2001.
No hay miedo a encontrar temas gancheros. ‘Stone Letter’ parece sacada de un álbum de grandes éxitos que todavía no ha sido conformado y podrás repetírtela una y otra vez sin marearse. Se dice que el plus de la placa es que volvió a llevarles a los cuatro músicos (Patton, Duane Denison, John Stanier y uno rescatado de Mr. Bungle: Trevor Dunn en el bajo) a un cara a cara en el estudio, decisión que se refleja en lo natural que fluyen las energías en canciones que seccionadas podrían haberse desmoronado. ‘White Hats/Black Hats’ y la bombástica ‘South Paw’ son de lo mejor del álbum justamente gracias a ese condimento. ‘The Quiet Few’ quedó en la frontera para entrar a ese exclusivo campo.
Si olvidáramos de qué banda estamos hablando, destacaríamos la diversidad musical que asoma en “Oddfellows”. Pero con Tomahawk, aquello es lo que alimenta a los fanáticos. El paso por ‘A Thousand Eyes’ y el nado jazzero de ‘Rise Up Dirty Waters’ se pueden considerar los minutos claves en la validación de tan notable aventura 2013.
Quizás no todo aquí sea tan impresionante y ‘I Can Almost See Them’ no va a ningún lado, pero su caso es casi una excepción. Casi todo en “Oddfellows” suena compacto, desde la apertura con el corte que bautiza el LP hasta ‘Waratorium’, un decante de riffs oculto casi al final del tracklist.
La mezcla no favorece el lucimiento de Trevor Dunn en la manera más obvia, pero escuchando con atención se le puede responsabilizar de buena parte de esa coherencia musical que llevan este cuarto capítulo en el catálogo del grupo a una cumbre de excelencia que sólo los más optimistas anticipaban. Súper regreso de Tomahawk, e independiente de lo que Pattonmanía crea, “Oddfellows” tiene para llenar el gusto de todos.
Por Juan Ignacio Cornejo K.
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