miércoles, 4 de diciembre de 2013

MOTÍN EN CENTRO DE SENAME TERMINA CON MENORES HERIDOS

El pasado jueves a eso de las cuatro y media de la tarde, el recinto de internación provisoria de San Joaquín vivió un caso de motín grave al interior de la casa dos, en la que residen alrededor de veintisiete jóvenes. La situación se complicó dado el nivel de violencia propinada por ambos bandos en enfrentamiento, por un lado educadores y por el otro, internos. Siendo un mismo jefe técnico, autoridad elevada en el lugar, quien golpeó hasta volar uno de los dientes al menor identificado como “el Loquín”.

La situación se vuelve complicada cuando la fuente explica que gendarmería reaccionó tirando de la única cámara que permitía tener evidencias visuales, y peor aún se ordenó a la casa colindante, a modo de eliminar los registros auditivos, elevar la música lo suficiente como para no preocuparse por los ruidos de lo que ha sido catalogado por el director como una “riña interna”.

Es que al parecer el eufemismo de riña interna, también utilizado por el director nacional Rolando Melo frente al caso de asesinato de Daniel Ballesteros en otro recinto del SENAME, es un recurso a la mano para bajar el perfil a situaciones tan graves como la agresión en complicidad entre funcionarios, directores y gendarmería de los centros, todos quienes dicen velar por el bienestar de los derechos de los niños y adolescentes a su cuidado. El funcionario de este recinto afirma, “todo esto está siendo avalado por el director del centro, Iván Sepúlveda, quien está al tanto de todo. Hoy hubo una reunión donde él asevera que se actuó de forma correcta”.

En estos momentos hay seis internos en situación de segregación y se sabe que estarán allí hasta el próximo jueves, cumpliendo un plazo de una semana. Son justamente estos presuntos quienes se hallan en las condiciones más graves, mientras que el resto de la casa en su mayoría evidenciaría hematomas de las que muchas de sus familias estarían al tanto.

El nivel de violencia que se vivió la tarde de ese jueves significó una baja importante de funcionarios que participaron de las agresiones, muchos de ellos hoy se encuentra con licencia por resentimiento en sus tobillos y articulaciones, lo cual según la fuente se debe a la agresividad con que golpearon a los jóvenes. Es decir muchas de las licencias de los funcionarios son por su calidad de victimario y no de víctima. Hasta ahora sólo se sabe de dos licencias efectivas, una por golpes en la cabeza y otra por una fractura de brazo.

Respecto a las familias de quienes protagonizaron el levantamiento, se sabe que sólo dos increparon a la institución, mas no obtuvieron mayores gestos que el pedir el silencio para evitar mayores problemas. Si bien este medio intentó ponerse en contacto con la autoridad del Centro de San Joaquín sin embargo Iván Sepúlveda no accedió a dar su versión en el momento, pese a hablar directamente con él.

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