miércoles, 30 de abril de 2014

LUCHO, UN HOMBRE VIOLENTO

Los Prisioneros, a lo largo de su carrera, sacaron 4 discos que figuran entre lo más notable de la producción musical chilena de todos los tiempos. Pero pocos saben que el trío sanmiguelino filmó alguna vez una de las “películas” más extrañas y sin sentido jamás filmadas en Chile.

Sin financiamiento ni actores profesionales, pero con un desbordante y surrealista sentido del humor, esta cinta está compuesta por una bizarra mixtura de escenas aparentemente absurdas que, al cabo, gestaron una obra de aproximadamente 15 minutos donde el vocalista Jorge González, el guitarrista Claudio Narea y sus amigos se dedican a recitar diálogos exagerados y sin sentido. Además, no sólo se visten con extraños atuendos, sino que también se colocan cabezas de animales y tragan bencina.

La cinta, por supuesto, no persigue matar de risa a todo el mundo, sino que simplemente dar rienda suelta a un espontáneo arranque de juvenil creatividad artística. El resultado fue un cortometraje que, aunque aparentemente no tiene ni pies ni cabeza ni va a ninguna parte, consigue empatizar con más de un espectador, debido a lo absurdo y surrealista de la puesta en escena.

Filmada durante todo un día en la propia casa de Jorge González, “Lucho, un hombre violento” fue una cinta que los mismos Prisioneros pensaban exhibir alguna vez. De hecho, compusieron algunos temas, como “Soy heavy” y “Los Cuatro Luchos”, para usarlos en su eventual banda sonora.

La película, si es que puede llamársele así, cuenta con las “actuaciones” de Jorge González como Pocho, Claudio Narea como Lucho, Sergio Gómez como Checho, Roque Villagra como Tino, Michel Grez como Lalo y Marco González en el rol doble de Heliogábalo y Helicoidal. Miguel Tapia, el baterista de Los Prisioneros, no aparece en ningún momento del metraje, por lo que muchos aventuran que él fue el encargado de manejar la única cámara que se ocupó durante su realización.



El documental lo puedes ver aquí:

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