En torno al excesivo gasto en el Mundial de Brasil 2014 es que han surgido una serie de críticas tanto a las prácticas del estado brasilero por el excesivo costo del certamen (dinero de impuestos que no fue en beneficio de la población brasilera), como también de la FIFA, como una organización que lleva a cabo oscuras prácticas y que además es capaz de vulnerar derechos de los pueblos si se trata de asegurar sus campeonatos.
Ya vimos a la FIFA instaurando tribunales “express” en Sudáfrica para así darle seguridad a los hinchas/fanáticos que asistían al Mundial del 2010, vulnerando los derechos de los mismos sudaficanos incluso. En el 2013, en el marco de la Copa Confederaciones (realizada también en Brasil), la FIFA intervino de forma bastante activa intentando frenar las manifestaciones que en ese momento acontecían.
Por otro lado, la polémica de fraude y sobornos para realizar el mundial del 2022 en Quatar reveló las oscuras prácticas de la FIFA que hasta ese momento eran un secreto a voces, pero que faltaba evidencia para que se comprobaran las malas y oscuras prácticas que se realizaban en la asociación de fútbol.
El hecho es que hoy, más allá de ser el fútbol el deporte con más adeptos alrededor del mundo, su institución líder, la FIFA, goza de más rechazo que nunca. Los mismos fanáticos del balonpié ven con recelo y desprecio una institución que es capaz de usar cualquier medio posible para asegurar su espectáculo, que además a la larga solo beneficia económicamente a ellos.
“Luchar contra la FIFA”
Fue en ese marco que, además de las protestas que se han sucedido todos los días en Brasil (y que apuntan mucho más que la FIFA misma), es que este sábado 14 de junio un centenar de manifestantes en Suiza, donde se ubica la Sede Central de la FIFA, fueron a protestar contra la institución denunciando las malas prácticas y vejamenes que ha realizado en nombre de sus espectáculos.
De ese modo, mancharon simbólicamente de rojo (simbolizando sangre) el logo oficial de la FIFA, denunciando la responsabilidad que tiene la institución en las “pacificaciones” en las favelas brasileras, con la represión que se dio en Turquía mientras se realizaba el mundial sub 20. Junto con ello, se hicieron otras intervenciones como rayar “Luchar contra la FIFA” abajo del logo, retirar letreros, lanzar petardos, y realizar gritos en contra de la asociación de fútbol. Ninguno de los manifestantes fue detenido, y la acción, dado el grado de difusión que logró, fue exitosa.
En otras palabras, de lo que trató la manifestación es de denunciar que la FIFA tiene las manos manchadas con sangre.
El problema es la FIFA, no el fútbol
Ni los manifestantes de Brasil, ni los que se expresaron fuera de la Sede Central en Suiza están manifestándose contra el fútbol, sino contra la implicancias que ha tenido un fútbol mercantilizado y cooptado por una oscura institución como lo es la FIFA. El fútbol no ha sido responsable del desvío de fondos para hacer innecesarios estadios, los responsables fueron el estado brasilero y la FIFA. Del mismo modo, el fútbol no fue responsable de las “pacificaciones” ni de la represión en Turquía. De lo que se trató esta manifestación fue justamente apuntar a uno de los responsables: la FIFA, que en complicidad con los estados que han sido sede de sus campeonatos, han oprimido a los pueblos y postergado sus demandas. En otras palabras, no se le puede culpar a la pelota, sino a los estados que en conjunto con la FIFA han puesto sus negocios por sobre el bienestar de sus pueblos.
Por Joaquín Hernández, Radio Villa Francia.
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