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"En su mirada dulce
nunca existió frialdad,
pero su dirección frontal
a veces me solía matar.
Pero una noche distinta
al caminar por el bosque
una sombra nos quiso acechar,
ella pudo arrancar
pero yo me quedé hasta el final
para que se pudiera salvar.
La sombra del bosque
nos volvió a atacar,
nuestros miedos y temores
a los árboles fueron a dar.
Ella no quiso dejarme atrás,
así que los dos juntamos fuerzas
y a la sombra intentamos asesinar.
La sombra era más rápida que nos,
y de su túnica un cuchillo fue a sacar,
lentamente nos fue a destripar
para saciar el hambre que tenía
al mirarnos que nos pasábamos la vida
en tanto pensar.
La sombra del bosque
nos volvió a atacar,
nuestros miedos y temores
a los árboles fueron a dar."
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