En nuestro país y todo el mundo miles son los problemas derivados de un sistema que antepone el individualismo y la ganancia a la vida armónica, digna y en comunidad. Uno de los problemas fundamentales es la falta de viviendas dignas para los millones que aún no cuentan con un techo donde vivir.
A pesar de que se construyen miles de edificios y casas estos solo se pueden utilizar si tenemos el dinero para pagarlos. Los pobres estámos destinados a vivir de allegados o a endeudarse para poder solucionar el problema habitacional. La segregación a los límites de la ciudad en viviendas sociales precarias se ha hecho pan de cada día produciendo hacinamiento, exclusión, drogadicción y otras problemáticas de este tipo. Frente a esto es que un grupo de pobladores y pobladoras hemos decido organizarnos para poner fin a nuestra precariedad habitacional y satisfacer de forma comunitaria nuestras necesidades. Desde hace más de 6 meses que hemos llevado a cabo un proceso que busca cumplir este sueño.
En la comuna de Concepción hemos ocupado cerca de 100 casas propiedad del banco Scotibank que se encontraban abandonadas desde 2008, en un evidente proceso de deterioro. El banco involucrado estafó a sus futuros dueños que eran parte de una cooperativa de vivienda, las casas quedaron abandonadas y el proyecto truncado. Sin embargo, muchas viviendas se encontraban aptas para ser utilizadas. Frente al hecho ridículo de que casas habitables estuvieran vacías mientras miles de familias no cuentan con un techo, fue que decidimos ocuparlas en agosto de 2014. Desde esa fecha hemos llevado a cabo un proceso de gestión comunitaria de este espacio, el cual ha quedado bajo control popular de los pobladores, marginando al banco y aportando una solución provisional para nuestro problema de vivienda.
Nuestro objetivo inmediato es satisfacer nuestras necesidades de vivienda mediante la acción directa de los pobladores y pobladores, ya que sabemos que esperar sentados una solución por parte del Estado es impensable hoy en día. Nuestro objetivo a largo plazo es luchar para exigir que el Estado expropie los terrenos del banco para la construcción de nuestras futuras viviendas. Pero no buscamos de forma paternalista que el Estado nos solucione todos nuestros problemas y que nos imponga cómo serán nuestras futuras casas y nuestra forma de habitar el espacio. Sabemos que este es un camino difícil en un país en donde los que mandan son las grandes inmobiliarias y constructoras, y en donde el Estado se ha acostumbrado a dar soluciones habitacionales precarias a los pobladores, sin embargo ya partimos esta lucha con la intención de hacer nuestros sueños una realidad.
Como pobladores y pobladoras en lucha por nuestros sueños aspiramos a vincular nuestras capacidades con todas las otras luchas por la vivienda y el territorio que se viven en la región y el país, pero también con las otras luchas que llevan a cabo trabajadores, estudiantes, mapuche y otros. Ya que tenemos la certeza de que solo una acción colectiva y en conjunto podrá satisfacer las necesidades que tenemos como comunidad humana. Invitamos a todos y todas a apoyar esta iniciativa y también a solicitar nuestro apoyo en caso de que se requiera, para de esta manera hacer de la solidaridad no solo una palabra, sino un arma contra todo tipo de injusticias.
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