"Estaba en el bar
un sábado cualquiera,
pero no entendía por qué
la gente estaba tan escandalosa.
Entonces le pedí a la mesera
que me sirviera lo mismo
que a esos tipos rayados.
El jarro llegó hasta mi mesa
y todo se fue tornando tan extraño,
me fui sintiendo algo mareado
por haber probado ese licor variado.
Las mesas y las sillas empezaron a flotar
por nuestros lados,
las botellas y los vasos se abrazaron
para bailar a un costado.
Ahora entendía por qué
la gente se había vuelto loca de la cabeza,
era ese licor extraño
que me habían regalado."
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